Este miércoles es la Jornada Mundial de Oración por los Enfermos, establecida en el año 1992 por el Papa Juan Pablo II.
Consultados Diego Arean y Susana Badiola, quienes llevan adelante en Coronel Suárez junto a otras personas lo que sería una Pastoral de Salud de la Iglesia expresaron que “de a poco vamos juntándonos en todo lo que podría ser una acción pastoral dedicada a la salud, desde la Parroquia. Este miércoles, especialmente la jornada está vinculada a Nuestra Señora de Lourdes. Esto es una invitación de Juan Pablo II, cuando era Papa, de destinar el 11 de febrero a realizar oración por los enfermos y por todos aquellos que trabajan para la salud, profesionales y voluntarios. Conocida la historia de la gran vinculación que hay de la Virgen de Lourdes con grandes curaciones. Asisten a Lourdes muchísimos enfermos. Hay una experiencia de la Iglesia muy vinculada entre la salud y la presencia de María. Por eso es Juan Pablo II invitó siempre a que en la fiesta de la Virgen, se rece en todo el mundo por los enfermos y por quienes trabajan en promoción de la salud”.
Habrá en el día de hoy eventos especialmente preparados en el marco de esta fecha. A las 17 horas hay misa en el Hogar de Ancianos, y a las 20 horas, en la capilla de Lourdes que está en el barrio Rosario, se llevará a cabo una misa a la que se invita a toda la comunidad.
“Es una buena oportunidad para rezar por todos aquellos que trabajan por el cuidado de la salud. Muchas veces a su tarea la suman un plus que es lo que le da una diferenciación en su tarea técnica y profesional: la contención, el gesto, el silencio en momentos de dolor, el respeto, el acompañamiento a la familia. Gracias a Dios tenemos mucha gente que trabaja silenciosamente en esto. Si uno pudiera ser un mapa y detectar los movimientos que en este mismo momento están ocurriendo, de gestos silenciosos hacia el que sufre, es maravilloso. Y esto lo ve Dios desde su corazón”, dijo Diego Arean.
Por su parte Susana Badiola, quien lleva a cabo una tarea silenciosa, visitando enfermos en el Hospital como misionera de María, además de integrar el grupo Suárez Da Vida, ONG que ayuda en la Neonatología del Hospital Municipal, comentó que “Dios siempre, en su providencial trabajo, siempre se sirve de lo pequeño. A veces es nada más que ponerse en sus manos y dejar que El haga. Y todo lo que se pueda ver de bueno, no es mérito propio, sino que es por obra de este Padre tan amoroso”. “Desde el documento de Aparecida se habla muchísimo de esta vocación del cristiano de ser discípulo misionero, y a quienes se nos han abierto las puertas más de esto de andar en temas de salud, cumplimos con esta misión del cristiano de tratar de ser testigos de una Buena Noticia. A veces el que sufre necesita esta Buena Noticia que lo sostenga, que lo contenga. Cuando las cosas están bien todo es fácil, cuando están mal es bueno acordarse de esta Buena Noticia”.