Cuando recién se iniciaba la “noche del campeonato”, comenzaron la emociones para los grandes protagonistas, los integrantes del plantel superior boquense que el pasado 11 de enero obtuvieron el título.
Tras el saludo de bienvenida a la fiesta del locutor, fueron ingresando uno a uno los jugadores del campeón, aquellos los más conocidos y los de mayor reconocimiento del público, y los otros, los que tuvieron menos minutos en cancha pero que también compartieron e integraron este plantel.
Los hermanos Balvidares, Rafa, Lucas, Sebastián y Mariano, más Darío Urroz, el Mono Arce, Vladimiro Gómez, Alejandro Novgorosky, Matías Steimbach, los juveniles, Matías Suppes, Mauro Mateos, Guillermo Schero, Sebastián Zapatero, Braian Olmedo, mas Tito Kraser, Alexis Cortes, el resto del cuerpo técnico y jugadores se fueron llevando los aplausos de la noche, al son de la música “Queen” con “Somos los campeones” que los consagraba como los grandes ganadores del fútbol suarense.
Aprovechando este ingreso fue que se procedió a descubrir el nuevo escudo y allí luce orgullosa la segunda estrella, esa ganada el pasado 11 de enero que con la obtenida el 7 de diciembre de 1997 quedarán grabadas para siempre.
Este sencillo acto estuvo a cargo del Presidente del club, Javier Roth, pero además se invitó a otros ex presidentes como Ricardo Salerno, Ricardo Wagner, Alfredo Pach, José Maria Cordero, Jorge Piaggio, además de Darío Urroz y Rafael Balvidares en nombre del plantel.
Luego se procedió a la proyección de un video compaginado por Alejandro Schtre, con filmaciones de “Chamuco” Lizarreta, donde se pudieron apreciar los momentos más salientes de esta campaña futbolística, las escenas definitorias del certamen, más algunas entrevistas y notas a familiares directos de los jugadores, en gran parte del recorrido con la voz del relato de Miguel Desch, en representación de La Nueva Radio Suárez.
Luego de esto, y ante la emoción inicial, se procedió a compartir la cena de camaradería a través de un muy buen servicio de Antonio Resch y su grupo, donde se sirvió un menú tradicional en las mesas especialmente preparadas y adornadas con los colores habituales del club.