Los días pasan y, a medida que se conocen nuevos datos sobre la investigación en torno a la muerte de Alberto Nisman, quedan en evidencia algunas contradicciones en la versión oficial y en la insistente teoría de las autoridades acerca del supuesto suicidio del fiscal especial del caso AMIA.
Esta mañana, el cerrajero que concurrió al domicilio de Nisman afirmó que la puerta de servicio "estaba abierta" y que en "pocos segundos" pudo hacer caer la llave que estaba puesta del lado de adentro. Las primeras versiones oficiales hablaban de la "puerta cerrada".
"Lo único que hice fue empujar con un alambre la llave que estaba puesta desde adentro. Después le pedí la llave a la mamá del fiscal y sólo giré el pestillo. Pero la puerta estaba abierta. Esto lo podría haber hecho cualquiera", declaró el cerrajero.
Además, toda la atención de los investigadores estaba centrada en ese lugar de ingreso al departamento, hasta que luego se supo que existe otro acceso, que comunica con el inmueble de un vecino de Nisman, un hombre de origen extranjero. Se trata de un pasadizo que conecta los dos departamentos del piso 13 de la torre.
Este martes, Infobae dio a conocer que el SAME recibió dos llamados de auxilio en los que se solicitaba un equipo médico en el domicilio de Nisman, Azucena Villaflor 450. El servicio de emergencias respondió las dos veces y envió ambulancias, pero en ambas ocasiones la Policía no permitió que subieran al piso 13, a la vivienda del fiscal. Nunca pudieron ver a Nisman. No solo el SAME fue requerido de manera urgente para concurrir al domicilio de Nisman. También hubo llamados a Swiss Medical, la prepaga que tenía el fiscal.
Uno de los argumentos esgrimidos por quienes impidieron el paso de los profesionales del SAME era que ya había personal médico en la casa del fiscal, o sea, que había llegado primero Swiss Medical. Sin embargo, esto quedaría refutado por los horarios de pedidos de auxilio y llegada de las ambulancias informados por ambos servicios.
El primer llamado lo hace la mamá de Nisman, a Swiss Medical, a las 22:44. "Llamó la madre (de Nisman) con la convicción de que estaba fallecido. Se sigue el protocolo código azul y el operador se comunica con el 911", explicó el presidente de Swiss Medical, Claudio Belocopitt.
Cinco minutos más tarde, a las 22:49, una persona llamó desde un celular al SAME comunicando una emergencia en Azucena Villaflor 450. El servicio médico porteño determina que se trata de un código rojo y manda una ambulancia. Esta llega a las 22:54, cuatro minutos antes que la de Swiss Medical, que, según indicó Belocopitt, arribó a la torre de Puerto Madero a las 22:58.
Pese a esto, el personal de seguridad les dice a los empleados del SAME que ya había médicos en el lugar y que no era necesaria su presencia. Pero los llamados no terminaron ahí. Cuando el reloj marcaba las 23:26 de ese domingo 18 de enero, la Policía Federal Argentina solicita auxilio en vía pública para Azucena Villaflor, intersección con Olga Cossettini.
Cuatro minutos después, sale una ambulancia del SAME desde el Hospital Argerich y llega al lugar 23:40. Pero por segunda vez, los médicos de emergencias de la Ciudad no son autorizados a ingresar al departamento de Nisman. Mientras el SAME esperaba en la calle, bajó el profesional de Swiss Medical que había "constatado la muerte" de Nisman, según dijo Belocopitt.
El galeno de Swiss Medical "estuvo algunos minutos (en el departamento) porque después se aproximó alguien de seguridad que le dijo 'no hay nada más que hacer' y él se retiró. Abajo se encuentra con la ambulancia del SAME y le refiere el cuadro que había encontrado", completó Belocopitt.
Otro punto en el que las versiones parecen no coincidir es justamente la presencia y el accionar del médico de Swiss Medical en relación al cuerpo de Nisman. Belocopitt sostuvo que el profesional de la prepaga "no tocó absolutamente nada". Solo miró a través de la puerta del baño, ya que el cadáver impedía abrirla poco más que unos centímetros.
"¿Y cómo sabe que esta muerto? Un médico que tiene experiencia mira la rigidez del cuerpo y no necesita mucho más para saber si vive o no. No tenía ninguna duda. Reaccionó rápidamente a que la cosa era seria y a no tocar absoutamente nada", explicó.
Pero Berni había dicho otra cosa el martes. "Hubo un médico que entró antes de que se hicieran las pericias y por ahí al momento de constatar la muerte le tocó la mano. Un médico de la obra social", afirmó el secretario de Seguridad. Incluso aventuró que ese contacto con el cuerpo sin vida de Nisman podría haber influido en que después las pericias de pólvora dieran negativas.
Otro interrogante: el médico de Swiss Medical dice que vio el arma del disparo fatal. Pero ¿pudo hacerlo desde esa posición? ¿La Bersa calibre 22 no estaba debajo del cuerpo? ¿El médico tocó o no el cadáver? Los días pasan y las dudas crecen.
Fuente: Infobae.