El lunes por la mañana, muy temprano, regresó de su tercer viaje a las Islas Malvinas Oscar Teves, quien está dejando su huella como historiador, como reconstructor o investigador de lo que sucedió en algunos de los combates que se libraron en ese helado escenario contra los ingleses.
Regresó con el corazón lleno de emociones y con las valijas trayendo algunos recuerdos que tendrán como destino los museos que hay habilitados en diferentes lugares del país que hacen honor a los soldados caídos en Malvinas, y mantiene viva la historia en busca de la recuperación definitiva de ese pedazo de suelo argentino: algunas balas, pedazos de esquirlas, hebillas, cordones y restos de un avión argentino que al regreso de bombardear un buque inglés pasó muy cerca del fuego antiaéreo argentino y resultó derribado por las tropas de nuestro país.
“Todos los viajes que hice a las Islas fueron distintos, fueron en compañía de distintas personas. Siempre hubo veteranos de guerra en los grupos en los que yo estaba. En esta ocasión éramos siete, pero solamente dos veteranos que combatieron en Pradera del Ganso. Fue muy lindo compartir todos esos días con esta gente. Hubo un momento en que nos dividimos porque tres de ellos fueron un día antes hacia Darwin y Pradera del Ganso y los otros cuatro quedamos en Puerto Argentino. Pero nos volvimos a reencontrar y compartimos varias cosas”, indicó ante la consulta.
Uno de los objetivos del viaje no se pudo cumplir cabalmente, ya que tenía previsto acompañar a Monte Tumbledown a dos ex combatientes que estuvieron en este lugar.
“Eso no se dio como se daba, pero igual nos vamos a ver en breve tiempo. Ellos formaban parte de otro grupo y por ahí no coincidíamos con los recorridos y lugares. Ya hemos quedado para encontrarnos a la brevedad”.
Oscar Teves está llevando a cabo una investigación sobre el combate que una unidad del Ejército Argentino registró en este lugar con los ingleses.
La investigación ya lleva dos años y espera poder terminar de estructurarla para fines de este año. En tanto está próximo a salir en este año la 4ta edición de su libro Pradera del Ganso, una batalla en la guerra de Malvinas, el que se encuentra totalmente agotado.
“Vimos varias cosas: un equipo de gente de Zimbabwe que está haciendo el desminado de zonas que todavía tiene minas, lugares que están totalmente delimitados. Buscan centímetro a centímetro, arrodillados, los explosivos que sembraron las tropas argentinas”.
Cuenta que “otra de las cosas que me sorprendió mucho fue el crecimiento de la ciudad de Puerto Argentino, o Puerto Stanley como lo llaman los ingleses. En apenas dos años se ha construido un barrio de primer nivel, que debe tener cuatro o seis manzanas, en una zona que antes era campo. También hay viviendas de tipo económico, con la construcción de primera calidad para soportar el clima riguroso. La expansión es notable”.
Consultado en torno a si hay desconfianza a cada uno de los grupos de visitantes argentinos, indicó que “los isleños saben que van los veteranos, nos reconocen de inmediato. Lo que pasa es que le molestan mucho las provocaciones, como por ejemplo andar vestido con ropa militar en la ciudad, que muchos lo hacen, o alguien desubicado que ha sacado banderas en el pueblo, cosa que pasó el año pasado. También el año pasado pintaron un monumento a los caídos isleños en la guerra con aerosol. Entonces el recelo es cada vez mayor. Nos sentimos en algún momento observados por gente que andaba cerca nuestro, en vehículos, pero en mi grupo no recibimos ninguna hostilidad. Inclusive fuimos al museo, al supermercado, con trato absolutamente normal” comentó Teves.
“Si repudiaron a otro grupo que estaba vestido con ropas camufladas. Lo que sí esta vez, a la vuelta, la revisión de los equipajes fue exhaustiva. Esta vez nos revisaron bien para que uno no traiga elementos de la guerra. Había encontrado una manta poncho que pertenecía al Regimiento de Infantería 12. Estaba enterrada, con los colores vivos como si no hubiesen pasado más de 30 años. Había tres, quisimos sacar las tres, pero no pudimos. Una de todas maneras pasó el control de Aduana. Yo mediante un pequeño artilugio pude pasar algunas cosas. Traje algo muy valioso, son cuatro fragmentos de un avión nuestro derribado. Uno de los fragmentos se lo vamos a entregar a la viuda. Yo sabía que estos restos estaban en cierta zona de Pradera del Ganso y fuimos caminando hacia el lugar”.
Se trata de los restos de un avión A4V que manejaba el piloto Fausto Gavassi, que fue derribado por nuestra propia artillería, ya que el piloto entró a zona de fuego antiaéreo argentino, luego de averiar un buque inglés.
Al regresar pasó muy cerca de la defensa antiaérea de Pradera del Ganso. Ante la duda del oficial que disparaba los cañones, tiró y lamentablemente era un piloto argentino que encontró la muerte en este suceso.
En cuanto a las mantas poncho que fueron encontradas relató Teves que “estábamos caminando en Pradera del Ganso en posiciones que yo ya había recorrido en el año 2010. En un pozo se notan las marcas de los mismos, había como una manta sobresaliendo. Empezamos a tirar cuidadosamente y empezaron a aparecer cosas: tres bolsas de dormir, tres ponchos de agua, tres caramañolas, tres mantas poncho. Uno de los que fue al lugar, veterano del Regimiento 12, nos explicó que los soldados en esos lugares estaban de a tres. Encontramos también un cinturón de cuero con su hebilla, muy bien conservado. En esa misma posición vimos una bolsa de plástico, tipo supermercado. Las letras que podían leerse decían ‘todo para la ciudad y el campo, Belgrano y San Martín, Merces, Corrientes’. Esa bolsita, una de las mantas poncho y otras cosas que logramos pasar también van a ir al museo del Regimiento 12”.
Un nuevo viaje a las Islas, nuevas caminatas sobre la turba malvinense, sufriendo como no había sucedido hasta ahora la dureza del clima del lugar, con lluvias, lloviznas y granizadas casi permanentes. Y sumando muchas emociones al recorrer los lugares donde los argentinos combatieron hace casi 33 años atrás.