Rendimientos por encima del promedio, con decepciones en los partidos de mayor productividad y sorpresas positivas en los de menor potencial son las características salientes tras las evaluaciones de la cosecha del trigo 2014/2015 en el sudoeste bonaerense.
Del mismo modo la calidad de la zafra, asociadas a fertilizaciones deficientes y al lavado de nutrientes producto de la lluvia caída en importantes volúmenes y de manera excesiva, provocaron un bajo nivel de proteínas.
A estas conclusiones arribó el Licenciado Iván Ullmann, de la Dirección de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, al presentar el informe de la fina.
“La campaña se sucedió en un escenario climático caracterizado por un generoso régimen de precipitaciones, que giró en torno a los 1.000 milímetros para la zona”, dijo Ullmann, aunque aclaró que la lluvia y los rendimientos obtenidos no acusaron relación directa.
El analista detalló que los distritos del margen norte-oeste y sur del sudoeste bonaerense, con rendimientos que superaron la media histórica, cumplieron con las expectativas del productor.
En tanto, en los partidos del margen noreste y este se apreciaron rendimientos sustancialmente inferiores a los esperados.
“Los efectos de la magnitud de las lluvias fueron nocivos para los cultivos, como complicaciones en la implantación, anegamiento y encharcamiento de lotes, lavado de nutrientes y enfermedades de hoja, entre otros”, comentó Ullmann.
De todos modos la cosecha conllevó aspectos positivos.
Por ejemplo, el área sembrada en el SOB aumentó un 15%: 605.000 hectáreas de 2013/2014 respecto de las 695.000 hectáreas actuales.
El mayor incremento se constató en Puan (30%), Coronel Dorrego (25%) y Coronel Pringles (20%).
“Los excesos de lluvias al momento de la implantación limitaron la siembra de aquellos lotes más bajos, por lo que las precipitaciones posteriores no provocaron pérdidas importantes de área”, dijo Ullmann.
El rinde creció el 13%, ya que la secuencia de generosas precipitaciones impulsó la productividad.
Además fueron acompañadas por temperaturas moderadas de los meses de noviembre y de diciembre, permitiendo una apropiada terminación del fin de ciclo.
“La suba registrada en el rendimiento promedio fue del 13%, al pasar de 2.250 kilos por hectárea en el ciclo 2013-14 a 2.550 kg/ha en la cosecha actual”, explicó Ullmann.
“La reacción de los rendimientos a las exageradas lluvias fue negativa en Coronel Suárez, Coronel Pringles y Coronel Dorrego, que cierran la campaña con rindes promedios debajo de los logrados en el ciclo precedente y muy por debajo de los esperados por los productores”, agregó.
De este modo, la combinación de incremento en el área implantada (+15%) y la suba en el rinde promedio obtenido (+13%) resultó en un incremento en la producción triguera.
Los números que justifican ese porcentaje van de 1.360.000 toneladas en la campaña 2013-14 a 1.760.000 toneladas de la actual campaña.
El cierre general para los doce partidos del sudoeste bonaerense determinó rindes promedios (2.550 kilos por hectárea) que sobrepasaron a los históricos (1.900 kg/ha).
Los datos negativos, acaso por inesperados aunque no con cifras que puedan considerarse catastróficas, se produjeron en Coronel Suárez, que perdió 300 kilos por hectárea respecto de la campaña 2013/2014 (2.800 kg/ha respecto de 3.100 kg/ha).
Otro tanto sucedió con el partido de Bahía Blanca, que perdió 300 kilos respecto de la anterior campaña (1.800 vs. 2.100), así como Coronel Dorrego (2.300 vs. 2.600).
La Bolsa de Cereales realizó el relevamiento entre todos los actores involucrados en la cadena, pertenecientes a los distritos de Adolfo Alsina, Guaminí, Puan, Saavedra, Tornquist, Coronel Suárez, Coronel Pringles, Coronel Dorrego, Coronel Rosales, Bahía Blanca, Villarino y Patagones.
Fuente: La Nueva.