35 chicos en horas de la mañana y entre 110 y 120 en horas de la tarde. Cuatro piletas de lona, un patio bastante amplio y un corazón gigante de quienes sostienen la obra que inició el Padre Carlos Amuchastegui hace años.
Desde hace cuatro o cinco temporadas de verano allí se propone colonia de vacaciones. En horas de la mañana concurren los chicos que se inscribieron en la EP Nº 5 de Pueblo Santa Trinidad; y a la tarde los que se inscribieron directamente en el Centro Comunitario.
Lo que les hace falta, Norma Gaab lo dice de manera muy somera en una entrevista realizada por La Nueva Radio Suárez, es leche o algún tipo de cacao en polvo para la merienda y el desayuno de los niños. Sin estridencias políticas, sin que nadie se quiera abogar la bandera de la solidaridad, en un gesto de generosidad como los muchísimos que vienen haciendo desde las panaderías, otros comercios, particulares, que cada mañana hacen llegar pan, facturas, dulces, masitas.
“La verdad que este año tenemos muchos chicos. Concurren en dos turnos. Uno desde las 9 a las 12 horas y otro desde las 14:30 a 17:30 horas”, dijo Norma Gaab, presentando el panorama numérico de lo que es una actividad muy importante para los niños y para las familias de la primera Colonia Alemana.
“A la mañana le damos el desayuno y a la tarde una merienda. Hay mucha gente que está colaborando para que los chicos tengan la taza de leche o jugo. Pero lo fundamental es darles una leche. Los chicos se van contentos con la merienda que tienen. Creo que todos los días el Señor nos manda gente que trae diferentes cosas. Tenemos facturas de las panaderías de Coronel Suárez, pan, mucha gente particular que también nos realiza donaciones. Las mismas mamás de los chicos se llevan la harina y hacen tortas o se ofrecen para hacer kreppel”.
“Nos preocupa que escasea un poco la leche. Por eso los que nos quieran donar leche o cacao es bienvenido. Se lo agradeceríamos un montón. Porque todos los chicos tienen que tener esta merienda. No contamos con ningún tipo de ayuda oficial, todo lo que viene es particular. El Delegado Fabián Maier, desde la Delegación, nos envió dos personas para ayudarme a hacer la merienda a la tarde, porque estaba sola. A la mañana también tengo la ayuda de una chica que tiene un plan. Todos los días a la mañana vengo a las 4.30 o 5 de la mañana a filtrar las piletas para que a las 9 los chicos la puedan usar limpias, y a las 12 volvemos a hacer lo mismo para que a la tarde el agua pueda estar en buenas condiciones. Estoy haciendo lo que le había prometido al Padre Carlos, seguir con su obra, mientras pueda. Pido la colaboración de la gente en lo que pueda. Esto es abierto para toda la comunidad, para todos los chicos de Santa Trinidad”.