El Dr. Rubén Brodsky, de la Asociación de Veteranos de Guerra de Malvinas, dio detalles de la impresionante Imagen de la Virgen del Rosario de la Reconquista de la ciudad de Buenos Aires.
Dijo que “está a un paso de ser terminada. La trajimos porque el trabajo del escultor concluyó, no así del artesano que se va a encargar de la orfebrería, esto es las dos coronas (el Niño y la Virgen), el cetro y el rosario, entre otras cosas. Vamos a ponerle materiales duros, fijos, para protegerlos de acciones vandálicas. Estamos trabajando especialmente en el sector de la Virgen, parquizándolas con plantas. Eso nos lleva mucho tiempo, sobre todo tomando en cuenta que somos pocos”.
La Imagen de la Virgen fue esculpida en un tronco de cedro que fue donado para este cometido. Dos metros de altura y 90 cm. de ancho permitieron, en una sola pieza, esculpir la Imagen de la Virgen y del Niño Jesús.
“La Imagen resultante tiene aproximadamente esa altura, dos metros. Irá arriba de un pedestal de un metro, para lo que ya se hizo una estructura de cemento armado, lo que después estará cubierto con plantas. El artesano, el que no quiere mucho que se mencione su nombre, es de Villa Ventana y ha trabajado silenciosamente y está haciendo otras cosas más para el Parque Héroes de Malvinas”.
Si bien no se sabe si para el 2 de abril estará todo terminado, la idea es entronizar esta Imagen de la Virgen del Rosario en alrededores de esa fecha.
Al principio de la entrevista, el Dr. Brodsky, sobre el Parque de Malvinas que se está levantando sobre la Ruta 85 y que proyecta ser un muy buen espacio verde para disfrute de toda la ciudad y para memoria y honor de los caídos en Malvinas, dijo que “por la adquisición de un tractor el año pasado podemos llevar mayor volumen de agua para riego de cada una de las plantas. Hay implantadas alrededor de 750 especies, pero se necesitan muchas más. Vamos a plantar 649 en las ondas que forman parte del diseño interior del parque y después, el resto, para estacionamiento y otros lugares. Cada tanto hay que ir reemplazando algunos ejemplares”.

La historia de la Virgen a quien se consagró la misión en Malvinas.

¿Por qué la Virgen del Rosario de la Reconquista de la Ciudad de Buenos Aires tiene que ver con Malvinas? Es lo que cualquiera se puede estar preguntando.
Es que el 1ero de abril, cuando los vientos fuertes que azotaban los alrededores de Malvinas impedían el desembarco, la alta oficialidad que entonces comandaba esa misión en el año 1982, se encomendó a esta Virgen. A la siguiente madrugada el viento había cesado sus embates, las olas estaban calmas y los soldados argentinos, en una playa segura, libre de minas, hacían el desembarco.
En el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Coronel Suárez, donde está depositada la escultura de la Imagen de la Virgen y el Niño, de 650 kilos de pura madera de cedro, hay un banner que da cuenta de esta historia de la Virgen del Rosario de la Defensa y Reconquista de la Ciudad de Buenos Aires.
La primera parte de la historia tiene que ver con las invasiones inglesas, cuando Santiago de Liniers prometió al Fray Gregorio Torres que de recuperar la ciudad donaría las banderas que tomara del invasor si la Virgen lo protegía. Los ingleses fueron derrotados y el 24 de agosto de 1806 Liniers efectuó la entrega de los pabellones que desde ese momento se encuentran en la Basílica Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo, en el barrio de Monserrat: dos banderas del Regimiento Nº 71 que intervino en la primera invasión inglesa y dos estandartes de la Marina Real Británica; todos fueron ofrendados por Liniers a la Virgen del Rosario.
El 28 de marzo de 1982 se embarcaron las fuerzas militares argentinas, cuya misión era recuperar las Islas Malvinas. Tres días después, el 31 de marzo, la Armada con sus buques giró rumbo al archipiélago a cuyas costas arribó el 1ero de abril. A las 23:30 hs. de ese día alrededor de 60 hombres de la agrupación Buzos Tácticos de Comandos Anfibios desembarcaron hacia las costas de Puerto Enriqueta al sur de la Bahía de la Anunciación desde el buque ARA Santísima Trinidad.
Inicialmente la operación de desembarco llevaba el nombre Azul. El comandante de la fuerza, Carlos Büsser, estaba en el puente de su nave en medio de un fuerte temporal cuando se le acerca el jefe de las tropas del Ejército que se encontraba embarcada. Le sugiere que dedicara la operación a la Virgen del Rosario, le recordó que a ella había rogado Liniers antes de la reconquista de Buenos Aires.
“¿Usted llamaría Virgen del Rosario a una operación militar?”, preguntó Busser. “No señor –respondió- pero podría llamarse operación Rosario”, respondió Seineldin. Aceptada la propuesta Seineldin le dijo “Usted va a ver, señor, que mañana la Virgen del Rosario va a dominar el viento y el oleaje y va a hacer que tengamos un excelente tiempo para el desembarco”.
El día 2 amaneció calmo y sin viento y se produjo el desembarco tomando las tropas nacionales Puerto Argentino.
El Padre Vicente Martínez, que estuvo en las Islas durante todo el tiempo que duró la guerra, ha relatado en oportunidad de sus visitas a Coronel Suárez las infinitas muestras de protección de la Virgen a las tropas argentinas, a pesar de los muertos en combate, a pesar que se perdió la guerra. Por eso la devoción que muchos ex Combatientes sienten por la Virgen del Rosario de la Reconquista de la Ciudad de Buenos Aires.