Y boca está más cerca de lograr su segunda estrella.
Es que este domingo volvió a demostrar que jugando fuera del estadio del sus tiene muy buenas actuaciones.
Esto sucedió en cuartos de final cuando eliminó a Tiro Federal de Puan.
Luego en el Parque Alberdi cuando derrotó a Blanco y Negro y posteriormente en la final frente a Peñarol en Pigüé.
Ahora este domingo jugó una final como debe jugarse un partido de estas características.
Concentrado durante los 90 minutos, marco, corrió, metió y aprovecho sus oportunidades mas claras y se terminó llevando la primera final en Carhué frente a San Martín a quien derrotó por dos a uno.
Si bien el partido fue de trámite parejo, el elenco suarense fue inteligente a la hora de plantearlo.
Le marco a los dos delanteros de punta, tuvo personalidad en la mitad del terreno y de a poco fue encontrando los espacios para comenzar a inquietar al golero local.
En este trámite fue que apareció Alejandro Novgorosky a los 27 minutos de la primera mitad para rematar desde el sector derecho dentro del área un buen centro enviado por el delantero Guillermo Schroh.
Sintió el golpe San Martín de Carhué que prácticamente no inquietó hasta el final al arquero Gonzalo Arce, mas halla de algún centro por los costados.
El inicio de la complementaria el partido se hizo mas trabado, no se jugó bien y Boca Juniors trataba que vayan corriendo los minutos para concretar la victoria.
El Santo Carhuense carecía de ideas ofensivas.
En ese trámite, ya con Lucas Balvidares en la cancha, este último envió un gran centro desde la mitad del terreno, que su hermano,”El Rafa”, se encargó de bajar y terminar definiendo a los 29 minutos decretando el dos a cero.
No alcanzó a festejar lo que significaba el gol del triunfo ya que un minuto más tarde, Gianfranco Betorassi descontó para el local.
Fue desesperadamente San Martín buscando el empate que lo pudo encontrar, aunque enfrente estuvo El Mono Arce y un palo que lo impidieron, aunque justo es reconocer que Lucas Balvidares estrelló un remate en el travesaño cuando tenía todo para marcar el tercero.
En definitiva, Boca ganó la primera final con total justicia.
Planteó e hizo un partido inteligente, tácticamente ordenado, anuló a los mejores jugadores de su rival y fue concreto a la hora de definir.
Dirigió el partido Luis Armani, asistido por Eladio Haedo y Cristian Loustou.
El domingo que viene intentará que su sueño se haga realidad y de esta manera inscribir su segunda estrella en el escudo de la institución.
Será la segunda final y allí dejara todo para gritar como en 1997, Boca campeón.