Se cumplen tres años… Susanita, te dejaron sin luz tus ojos, sin movimiento en tus pies y manos, en una silla de ruedas. Lo que antes hacías vos con los pacientes ahora te tienen que atender.
Tus hijitos destrozados, el chiquito de 4 años tiene temor a que lo dejen solo, tenia año y medio cuando se tuvo que separar de su mamá que lo estaba amamantando, Martín de 8 años va y viene de su casa a la mía nervioso, buscando explicación, y ahora el 12 de enero su otra hija cumplirá 15 años, no quiere nada, no tiene ilusión y su corazoncito muy triste, sin palabras.
Mayra, su hija mayor, tratando de terminar con mucho sacrificio su año de estudio y remando con todo, ayudando a su papá; tendrá que encerrase un mes en un hospital de rehabilitación con su mamá durante todo el mes de enero.
Yo pregunto, todo el personal y médicos que estuvieron en la sala de operaciones ese día ¿nadie vio lo que pasó? Usted cirujano, que fue en su momento su medico de cabecera ¿ahora no se acuerda de nada? No se olvide de ir un día a su casa porque los que primero van a preguntar van a ser sus hijos, y usted anestesista y ayudante ¿no hablan todavía y quieren tener razón? y demás personal que estaba ese día del horror espantoso que pasó.
Nosotros todos los días tenemos que sufrir, luchar y pedir a Dios que no pase nunca más lo que tenemos que pasar nosotros. En los años que estuve trabajando no sentí que haya pasado semejante horror y error cometido a una persona, una compañera que trabaja allá para criar sus hijos y luchar por estar mejor; a todos nos gusta salir de vacaciones, comprar un auto, yo ahora defiendo a mis nietos como una leona, su mamá no puede.
¿Dónde está el juramento de salvar una vida en lugar de estropearla? ¿Pueden brindar con la copa en alto sin acordarse lo que pasó con la pobre Susanita y toda su familia?
Que Dios, la Virgen Maria y el Espíritu Santo los ilumine para que puedan seguir sobrellevando con esperanza y fe este lamentable y triste padecimiento.
Delia Lazarte, DNI 4.285.876.