El fin de un calendario y el comienzo de otro tiene que tener su momento de reflexión, de balance, por eso fue propicia la ocasión para escuchar en nuestros estudios la palabra surgida desde la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, en la presencia del Cura Párroco Diego Kessler quien respondió gentilmente a la invitación para compartir el cierre del año.
“El acceso actual a la información (por los diversos medios) ha sido preponderante, pero el uso indiscriminado hace que por ahí no se tengan en cuenta los valores” comenzó expresando el sacerdote.
“Lo que yo pueda aportar en la educación creo que es muy importante, porque siempre digo que una cosa es la información y otra la formación. Necesitamos establecer una escala de valores, hay necesidades familiares que satisfacer, hay una sociedad que vive en forma vertiginosa y que no permite que los chicos adopten valores” señaló el Padre Diego.
Mas adelante insistió “el encuentro personal con nuestros hijos (dejando un poco de lado las redes sociales) es fundamental; actualmente vivimos en un mundo muy cambiante, que en definitiva no nos permite ver qué es lo que en definitiva queda en nosotros” reflexionó en el transcurso de la entrevista radial.
Al preguntársele sobre los lugares que estarán vacíos en estas fiestas dijo que “la verdad es que las ausencias (seres queridos que ya no están) se nota y mucho, pero uno debe hacer cuentas con la vida… no nos enojemos con Dios, la culpa es nuestra de no haber dicho o hecho todo lo que deberíamos”.
Sobre su presente y su vocación Kessler manifestó que “ya cumplí 25 años de sacerdocio y un respeto por la vocación con el sí frágil que lo renuevo todos los días. Todo fue muy rápido en mí… desde mi paso en Bahía Blanca por el centro y luego por la periferia, hasta mi llegada a Coronel Suárez, donde era mi primera experiencia en el interior, es decir fuera de la Diócesis”.
Cuando se le nombró a referentes religiosos de nuestro medio, como el Padre Daniel Melchior, o lo que significó en nuestra comunidad el Padre Luis Carlos Montero, el Cura Párroco Diego Kessler se mostró muy agradecido con lo que le dejó en su vida personal el Padre Daniel, porque lo conoció cuando tenía 10 años y todavía no nacía la vocación en él.
También hizo un descargo por lo que en su momento dijo en una homilía sobre la escasa asistencia de la feligresía al despedir al Padre Montero, cuando este falleció: “me explicaron la distancia que él mantenía con los distintos entes comunitarios y lo entendí… (Mil veces lo invitamos y nunca asistió a los eventos convocados, dijo alguien por allí)”.
En el mensaje final a la comunidad de Coronel Suárez deseó “que el año 2015 sea próspero, pero en serio, que sea mucho más que lo material. Más importante en la vida que tener respuestas es tener preguntas. Démosle espacio a nuestro corazón”.