Llega el verano y comienzan las altas temperaturas. Llegan las fiestas, donde todo el despliegue incluye además mucha pirotecnia. Llegan las vacaciones, y para quienes se van de viaje y tienen una mascota llega el momento de decidir con quién dejarla. Todos estos planteos se los trasladamos al Médico Veterinario Rubén Acebal.
Sobre la pirotecnia y lo mal que esto les hace a las mascotas indicó que “es una situación difícil porque es una costumbre de la gente, es una costumbre tradicional por un lado. Pero la potencia que han tomado todos estos productos hace que los perros hoy tengan una fobia terrorífica a estos ruidos. Las consultas sobre esto se han multiplicado porque se masificó el uso de pirotecnia y se incrementaron los ruidos que esta produce. En algunos lugares está regulado esto, donde se permite en determinado horario y día. Acá sabemos que ya empezaron. Lamentablemente es muy difícil hacer un tratamiento al perro. En algunos lugares se hace una educación del comportamiento del animal, donde con el tiempo suficiente se los va acostumbrando a estos ruidos”.
Indicó que el medicamento es la última opción: “en el último recurso están unas gotas que son tranquilizantes, lo que quiere decir que el perro escucha igual el estruendo pero está como atontado, no se sobresalta tanto, disminuye la movilidad. El problema es que a veces les pega mal esta medicación, aparecen los perros como atontados. Respecto a las gotas hay que tener en cuenta la edad del perro, su condición clínica general, por eso debe ser indicada por el veterinario que conoce a la mascota”.
Sobre los cuidados de las mascotas en el verano recordó que deben tener agua fresca y limpia todos los días, que el animal debe estar a la sombra, si es que permanece en el exterior de la vivienda.
Y sobre las vacaciones volvió a insistir en lo que ha sido una extendida preocupación: no se debe dejar a los animales sueltos en la vía pública esperando el regreso de sus dueños.
Hay en la ciudad muy buenas pensiones para perros o deben quedar en el hogar al cuidado de terceras personas que concurran una vez por día a darles comida y agua.