¿Por qué la simbología de las mariposas en el marco del Día Internacional Contra la Violencia de Género?
Es lo que le preguntamos a Claudia Biurrarena y María del Carmen Pérez. Respondieron que “las mariposas era el nombre secreto de las hermanas Mirabal, en la militancia por los derechos civiles. Ellas se hacían llamar ‘Las Mariposas’. Hay una película que cuenta esta historia, videos y muchos libros. Hay una historia de lucha de estas hermanas, de la que sobrevivió una y pudo contar lo que sucedió”.
“Esta idea surge a través de la artista plástica Luz Darriba y nosotros la tomamos como la posibilidad de transformación ante las situaciones de desigualdad, de dificultad y crisis. Cuando uno piensa que ya terminó un proceso y que ya no hay posibilidades de cambio viene la posibilidad de transformarse en algo diferente, en algo bello, en algo distinto, que no sabíamos que estaba en nuestro interior, lo que abre un montón de nuevas posibilidades”.
Las dos profesionales del Municipio coincidieron en resaltar que “es lo que nosotros a diario vemos en el Servicio. Esta es la dificultad y las vicisitudes que vemos nosotras como profesionales, trabajando con las mujeres. Nosotros las vemos realmente en una situación –haciendo la analogía- de larva, de no saber qué va a pasar, en una actitud hasta de ruina interior porque están devastadas. Ya sabemos lo que la violencia produce en las personas que la viven. Nosotros, en ese camino en el que las mujeres nos permiten acompañarlas, debemos agradecerles que confían en nuestro trabajo, vemos esta transformación plenamente”.
Claudio Biurrarena y Maria del Carmen Pérez afirmaron que “vemos cómo pueden salir de una situación de violencia, pueden recuperar sus derechos, pueden vivir con autonomía y con libertad y generar otro proyecto de vida diferente. La transformación es interna, pero también es externa, físicamente. Uno la ve a lo largo de los meses y de los años muy diferentes. A nosotros nos pasa también algo parecido: cuando a nivel institucional parece que no nos entienden, que no somos reconocidas, que no somos escuchadas, a veces sorteamos algunas dificultades y logramos algún cambio interno en estos acoples institucionales para cambiar, modificarnos y encontrarle la vuelta y conseguir los logros que buscamos cada mañana, cada día de trabajo, frente a cada caso y situación”.