Expresiva como es, pura energía, Mónica Heintz dice sin dudar que enfermería “es hermosísimo”.
“Tuve la suerte de aprender mucho con las enfermeras de más años de profesión”, y menciona entre quienes fueron sus maestros en esta tarea a Zulma Cobeaga, Zulma Otegui, María Elena Dejean, Ana Morante, Mónica Morales, Ana Schwindt y Alicia Gerk.
Entre los lugares de trabajo que más le gustaron fueron pediatría e internación. “Era un trabajo lindo, me gustaba, yo me sentía muy segura. La verdad que si hay algo que puedo decir es que me siento muy segura de lo que hago. Se que lo que hago está bien hecho. Lo que se hace mal realmente sale mal”.
En cuanto al trabajo que está desarrollando ahora, en el CAPS de Santa Trinidad, agradece la oportunidad que tiene de tomar contacto todos los días con “gente muy buena. Me enamora, me encanta, nunca tuve gente tan dulce, tan colaboradora, tan agradecida. La verdad que me divierte muchísimo. Hablamos todo en alemán con la gente mayor. Chistes, saludos, cariños. Esto le encanta a la gente; y a las jóvenes les enseñamos algunas palabras y frases con doble sentido”.
“No dudaría si tengo que elegir otra vez volver a ser enfermera”, concluye Mónica.