El sábado pasado al mediodía fueron llegando al acceso a la localidad de Arroyo Corto, ubicado frente a la destrozada Ruta Nº 67, vecinos y representantes de Coronel Suárez, Cura Malal, Arroyo Corto, Pigüé y la región de influencia, todos con la única finalidad de hacer oír un reclamo generalizado que lleva tantos y tantos años y que mantiene una vigencia absoluta en un momento de gran incertidumbre.
¿Otra vez los anuncios quedarán solo en eso? Hemos esperado 20 años y la respuesta y nuestras necesidades de comunicarnos entre los pueblos de la región, transportar la producción, trasladar nuestros enfermos a Bahía Blanca y otras imperiosas necesidades se ven postergadas y corren serios riesgos por una ruta destrozada y donde pareciera que los funcionarios y la dirigencia política solo se ocupa de sus intereses y no de los de la región.
Por eso la concentración, donde se reiteró una y mil veces que “queremos una ruta nueva, no podemos esperar más, es nuestro derecho que se cumpla y nuestra responsabilidad reclamar si no sucede, queremos una ruta nueva”, decían los carteles y todo elemento que sirviera para llamar la atención y despertar las conciencias dormidas de quienes tienen la responsabilidad de brindar una respuesta a semejante desidia y desinterés.
Eran las 13 horas y comenzaron a desplegarse carteles reclamando la obra, la decisión política y el fin de las promesas, mientras la circulación vehicular solo se vio limitada a una parte de la calzada sorteando carteles y la presencia de los vecinos,
Por Coronel Suárez fueron entrevistados por la prensa el Ingeniero Juan Ignacio Alberdi, el concejal del Frente Renovador Fabián Gonzalez y vecinos de aquella zona que nuevamente sintieron la necesidad de expresarse aunque en realidad y teniendo en cuenta los reclamos constantes, las quejas por las roturas en la vehículos, los accidentes y consecuencia del estado de la ruta 67 se espera una presencia mas masiva, más representativa del clamor popular y varios eran coincidentes, en que quizás este sea uno de los ejes motivadores para que la clase política siga haciendo la vista distraída frente a los graves problemas de nuestra región, ya que muchas veces las quejas repetidas, no se ven materializadas en una protesta contundente que sea capaz de despertar el accionar de quienes tienen la responsabilidad de gobernar, legislar y administrar a partir de recursos que pagan los contribuyentes y no se transforman en las soluciones reclamas.
Pero bueno aquí cabe mas que nunca la frase “no se queje después si no se queja ahora” y tenga por lo menos presente éste y otros temas que marcan la desidia de los gobernantes, por lo menos a la hora de votar.