Previo a la presentación en el Teatro Italia, visitaron los estudios de la Radio dos de los actores de la obra “La rubia Mireya”.
Se trata de Damián Iglesias actor, director de actores y puesta en escena, y Nicolás Bertolotto, quien encarna a otros de los galanes que requiere esta propuesta, y ambos hace mas de 18 años que están trabajando con Pepito Cibrian y Ángel Malher.
“Las giras tienen un sabor muy especial, de mucha diversión, de conocer diferentes lugares, de estar en contacto con la gente y con esto de hacer el teatro en vivo te vas adaptando a cada ciudad que visitas, nos gusta mucho”, afirmaron tras la bienvenida a la ciudad.
Damián y Nicolás coincidieron en afirmar que “este es un grupo de actores, varios de los cuales hace mucho tiempo que estamos juntos, que sabemos y entendemos qué pretenden de una obra los autores. En este caso presentamos ‘La Rubia Mireya’, un melodrama que no solo es un musical sino que tiene mucho texto, no es convencional, donde el publico va cambiando de estado de manera permanente, se ríe mucho o se pone triste, de acuerdo a cada uno de los cuadros que se van presentando”, agregaron previo a la función en la cual encontramos un sinnúmero de sensaciones, con un mensaje final atrapante.
Las dos figuras afirmaron que “Mireya es un mito popular y no se sabe mucho de ellas, es mas, se cree que pudieron ser varias las Mireyas; vivió por los años 20, donde las diferencias de las clases sociales eran evidentes, el pobre y el rico, esto era así”.
Al anticipar detalles del musical expresaron que “la historia es muy linda, tangos, valses, milongas, la gente sale alucinada por un espectáculo de primer nivel”, expresaron ante la consulta de la Radio, quienes volvieron a remarcar ser unos bendecidos con la posibilidad de trabajar con Cibrian y Malher, “somos una gran familia, hace mucho que estamos juntos”, afirmaron.
Cibrian decidió crear su propia versión donde el publico se estremece con cada movimiento actoral, los bailarines, las voces y una línea argumental diferente que rescata de una manera conmovedora a la Mireya, sus galanes, uno malo y otro bueno, mas un elenco que se ubica sobre el escenario, con esas criaturas propias del mundo creativo de Pepe Cibrian Campoy.
Un gran despliegue, un derroche de talento, que le faltó publico, pero quienes se ubicaron en la platea del Italia han sido participes de un espectáculo de alta jerarquía.
Inclusive entre los mensajes que deja la obra se incluye el alerta sobre la trata de personas, algo que en la década del 30, cuando se desarrolla toda la escena general, casi era habitual para un mundo prostibulario, pero la Mireya quería triunfar y uno de sus galanes se lo prometió, la lanzó y la seguían hasta “La catrera”, pero el final nos encierra en un callejón imprevisto.