Luego que dejó su trabajo como periodista Jorge Dukuen empezó a despuntar la pasión por la escritura, concretando en cuatro libros, que han tenido mucha trascendencia en la comunidad y más allá, parte de la historia de Coronel Suárez, de sus personajes, su gente, sus lugares más recordados, sus anécdotas.
Este se constituye en un notable trabajo de reconstrucción y rescate de hechos y vivencias que de otra manera quedarían en el olvido, se irían perdiendo con los años, muriendo a la par que desaparece la gente que los vivió y los conoció.
Ahora está próximo a presentar su quinto libro. En este caso se trata de rescatar la historia de lo que este escritor denomina “Revolución bailable”, trayendo del recuerdo los primeros boliches y con ello las costumbres y la moda de toda esa época.
Consultado, Jorge Dukuen anticipó que “después de un trabajo arduo de investigación de casi un año y medio llega el momento de presentar el libro. Trata de nuestra juventud, de mitad de la década del 60, cuando hay un cambio grande de lo socio cultural, que se inserta en la sociedad y que cambia todo el sistema o la manera de divertirse en aquellos años. Veníamos de los bailes sociales en los clubes y va cambiando porque aparecen los primeros boliches bailables. Esto viene de la mano de la modificación en la ropa de la mujer, de los varones, en la música que le decíamos la ‘Nueva Ola’. A esto hay que sumarle los bailes de la clase, los asaltos. Es época que para uno es hermosa por la amistad, por las parejas de novios y los matrimonios después. Fue un gran cambio, que en su momento uno lo tomó con naturalidad, pero hoy a través del tiempo podemos ver que fue un gran cambio”.
De los bailes en los clubes sociales, a los que se concurría acompañado por los padres, se pasó en esos años a los boliches bailables, lugar exclusivo para los jóvenes de su momento.
La falda que se acorta, la ropa que se ajusta, los pantalones Oxford en los varones, los zapatos con plataforma, las camisas de color celeste de cuellos bien en pico, el pelo largo y suelto en varones y mujeres. Una verdadera revolución.
Recuerda el primer boliche bailable ubicado en la calle Belgrano, entre Villegas y Brandsen, “Okashi”, que “no lo dejaban abrir porque decían que iba a ser un cabaret” recuerda Jorge, y suma otros locales que hicieron historia y que seguro están en la memoria de los jóvenes de entonces, adultos que peinan canas hoy en día: “Noa-Noa, Yamó, Poseidón, Chamonix, Blayns, Stop, hasta Papalú. En total alrededor de 21 años de noches bien bailadas al ritmo de la música que sonaba cada vez más fuerte, con los juegos de luces que entonces se ponían de moda”.
Para recordar todo esto la presentación del libro de Jorge Dukuen el próximo viernes 26 de septiembre en Tacos Bar a partir de las 20 horas.