En el acto oficial por el Día del Maestro, ante sus pares y las autoridades superiores del sistema docente del distrito, Graciela Marriezcurrena claramente elaboró un mensaje crítico, sustentado básicamente por su impecable carrera docente de tantos y tantos años, por eso al comenzar expresó que "ahora que estoy jubilada del sistema soy impune y voy a decir unas cosas que le dije en privado al Dr. Cesar Cha".
"Ha llegado la tan ansiada jubilación. Alegría, melancolía, emoción, recuerdos, risas y lágrimas aparecen y movilizan".
"Casi sin darnos cuenta hacemos balances y reflexiones. Trabajé 40 años frente a los alumnos, aprendí todos los días de cada uno de mis alumnos. Aprendí más de lo que enseñé. Supe que cada individuo construye sus conocimientos partiendo desde distintas experiencias previas, recorriendo diferentes caminos y con ritmo propio".
"Luché para concientizar a las personas con las que me relacioné sobre las conveniencias de evitar las generalizaciones y las categorizaciones. Cada niño necesita una atención personalizada y las propuestas que se realicen deben ser analizadas teniendo en cuenta la individualidad del alumno".
"El lugar donde se realicen las actividades no es importante. Debe estar donde reciba la mejor propuesta educativa, sonría y esté feliz".
"Compartí con mis alumnos y sus familias casi el mismo tiempo que le dediqué a mi familia porque creo que merecían dedicación y esfuerzo".
"Trabajé junto a gente muy valiosa, comprometida con su tarea que me demostraron que a pesar de los magros sueldos, escasos recursos, ordenes contradictorias y drásticos cambios de rumbo le ponen garra y corazón a nuestra tarea".
"Esta es una profesión que brinda grandes satisfacciones si la ejercemos con responsabilidad".
"No hay nada mas gratificante que el 'hola señorita' de un ex alumno".
"Observando a los alumnos en las horas de clases y recreos descubrí cosas sorprendentes que facilitaron la tarea como docente, en cuanto a los vínculos con ellos".
"Intenté ser honesta sin herir al otro. Le dije a las autoridades lo que pensaba en cuanto a las políticas instrumentadas. A veces me equivoqué y los años me enseñaron a pedir disculpas pero otras veces la realidad demostró mi razón. Necesitamos menos sillón y escritorio y mas calle para comprender las cosas que pasan en nuestro sistema".
"Tal vez convendría pensar en la reducción de la cantidad de alumnos por docente para poder atender mejor las individualidades. Me pregunto, y sin ofender, ¿sobrarán cargos políticos y faltaran docentes en el aula?".
"La capacitación permanente es necesaria para adaptarnos a los cambios vertiginosos del mundo moderno y refiriéndome a esto, en cuanto a los concursos, ¿no sería conveniente agregar un período de práctica? Ya que solo la teoría es insuficiente en el accionar diario".
"Me siento orgullosa de ser maestra. Fui feliz, siento la plenitud de haber podido trabajar en una profesión que volvería a elegir".