Juan Alberto Bravo de 60 años se domiciliaba en una modesta vivienda que se encontraba en la parte posterior de una polera, ubicada en calle Juramento 380 del barrio de Villa Belgrano y era trabajador municipal, asignado en el área de Servicios Sanitarios del Municipio como sereno de la planta depuradora de líquidos cloacales.
Era conocido en la barriada donde vivía desde hace muchos años y supo estar casado con Chabela Ocampo, quién falleció hace varios años.
El comentario generalizado en el barrio es que Bravo habría intentado abusar de una niña o invitar a ingresar a su domicilio a algunos menores y, en tal sentido, las redes sociales se hicieron eco de esas circunstancia en el transcurso de la última semana, con diferentes comentarios sobre el particular.
El desencadenante se produjo este sábado a las 18 horas cuando un familiar fue a visitar a la víctima y en el interior de la vivienda mencionada se encontró con el dramático cuadro, en el cual Juan Alberto Bravo se encontraba muerto, ensangrentado, con un fuerte golpe en la cabeza que habría sido provocado con un objeto contundente, y quemado en varias partes de su cuerpo.
Según las versiones recogidas en el lugar del hecho por el Departamento Informativo de La Nueva Radio Suárez el hombre se encontraba en un rincón del dormitorio, en proximidades de la cama, notándose la presencia de gran cantidad de sangre, mientras los investigadores precisaban el momento tentativo en que se produjo el homicidio.
Un familiar directo de Juan Alberto Bravo lo encontró sin vida e inmediatamente dio aviso a las autoridades policiales, quienes se constituyeron en el lugar del hecho, convocando de inmediato al Médico de Policía, Dr. Francisco Cortalezzi quién aguardaba las pericias del cuerpo perteneciente a la Policía Científica de Coronel Suárez, mientras el Secretario de Seguridad de la Municipalidad de Coronel Suárez, Gustavo Di Battista, gestionaba que, a través de Bomberos Voluntarios, se instale un generador de energía para trabajar durante el atardecer del sábado en la investigación.
Personal policial que se encontraba trabajando, a partir de las 18 horas sobre calle Juramento 380, debió contener a familiares de la víctima, quienes se acercaron al lugar del hecho vociferando que eran responsables del crimen quienes habían subido al Facebook las amenazas, calificando que Bravo tenía vinculación con ciertos intentos de abuso de menores, lo que no ha podido ser, hasta el momento, comprobado legalmente, mas allá de las imputaciones por la red informática.
A las 18.30 horas del sábado se hizo presente el Dr. Facundo Indart, Ayudante de Fiscal de Coronel Suárez, para supervisar el marco investigativo y la calificación del conmocionante suceso, que obviamente sería Homicidio.
Por su parte, la Sub DDI local comenzaba una ronda de testimonios entre los vecinos del barrio, se consultaba a los vecinos sobre la existencia de algún movimiento sospechoso y se intentaba conocer cuando fue el momento en que Bravo fue visto por última vez en las inmediaciones de Villa Belgrano.
Algunos señalaban que en la tarde del viernes había a hacer alguna compra en un comercio cercano.
El escenario del crimen especialmente preservado para no borrar huellas fundamentales pero según trascendió aparecía como impresionante por la cantidad de sangre producto de los golpes que presentaba en la cabeza.
Desde la Estación de Policía Comunal se desplegó un notable operativo, alejando a los curiosos del lugar, colocando conos para evitar la circulación vehicular y se estaba atento, ya que se registraban, en las proximidades de la polera, algunas situaciones de tensión por parte de los familiares de la víctima que pedían información del suceso y proferían comentarios en voz alta sobre quienes habían responsabilizado a la víctima de situaciones anormales como la que trascendió.
En la noche del sábado avanzaba la investigación y todavía no había certezas sobre el autor material del crimen.