Es uno de los paladares experimentados de nuestro país, capaz de poner en palabras el poema que cada vino produce en la boca.
Es la segunda vez que Javier Paflik visita Coronel Suárez en oportunidad de una Feria del Vino, la 6ta en esta ocasión que organiza la vinoteca Lo de Joaquín, y cuenta que elige los lugares a los que va, por lo que queda descontado que evidentemente el año anterior se sintió muy bien, como en su casa, por eso volvió en esta edición.
Comenta que desde hace siete años trabaja en Consultora Umami, que se dedica a desarrollar marcas de bodegas boutique, familiares, de distintas zonas vitivinícolas del país.
“Representamos no sólo bodegas de Mendoza, sino también de Salta, de la Patagonia, de Luján de Cuyo, como es el caso de Las Perdices y Casarena, como los vinos más consumidos hoy de la Provincia de Buenos Aires”.
Sobre las nuevas zonas que se están desarrollando para la vitivinicultura indicó que “la Patagonia se está desarrollando desde el año 2000, pero lo más novedoso en la actualidad que he escuchado y que todavía no conozco los viñedos son los que tiene Trapiche en Chapadmalal, cerquita de Mar del Plata, con variedades tintas como Pinot Noir, Malbec, Sauvigñon blanc. Después la zona de Saldungaray, Médanos, donde también hace unos años que están desarrollando sus emprendimientos”.
Cada zona aporta sus características: “en las uvas está la genética, la identidad general que se puede encontrar en todos los vinos, pero cada zona, cada terruño de acuerdo a la altura, la radiación solar, va dando distintos tipos de vinos: más concentrado con pieles más gruesas, o con mayor o menor acidez, y otras características. Todo va a depender del clima y de la amplitud térmica de cada lugar”.
Confirmó que “la gente se va educando, lo vengo viendo desde hace diez años. Soy uno de los sommelier que más viaja por el país, no solamente en ferias de vino sino dando charlas, y me sorprende el nivel de preguntas de la gente, lo que me obliga a seguir investigando cada vez más”.
Indica que “además de probarlos a mi me gusta ir más a la investigación. Conocer el origen, el viñedo, la persona que lo hace, el enólogo, los dueños de la bodega. Para mí es necesario conocer a fondo cada vino. Es más interesante conocer toda la historia de la bodega, de dónde vienen, para transmitirlo con más pasión”.