La Nueva Radio Suarez - Diario DigitalClimaNoticiasDeportesFarmacia de TurnoFacebookFotosEn VivoNoticias AnterioresLibro de VisitasContactos
Imprimir - Atrás
Edianne Nobre, Doctora en Historia, Profesora de la Universidad Regional de Cariri, Brasil.
Cuenta la investigación que impulsó a lo largo de 10 años, entre ellos 8 meses en el Vaticano, en busca de la verdadera historia de María de Araujo. Beata de Juazeiro.

Se doctoró en Historia en la Universidad de Río de Janeiro. Lo hizo con la presentación de una tesis de investigación que le llevó un total de 10 años, que le hizo golpear muchas puertas, algunas de las cuales no se abrieron, como las de la Arquidiócesis que nuclea a la Iglesia de Juazeiro, en el norte de Brasil, en busca de la verdadera historia de María de Araujo, a quien la Iglesia ocultó y silenció, pero para quien no pudo disminuir el peregrinaje de fe que se inició hacia principios del siglo XX y que a la fecha implica cada año más de un millón de visitantes.
En esta investigación histórica, Edianne Nobre llegó hasta el Vaticano, donde estuvo 8 meses copiando 6 horas cada día de los documentos a los que accedió, donde daban cuenta de la forma en que entonces la Iglesia Católica resolvió un tema que le resultaba embarazoso y en momentos en que no necesitaba nuevos cultos de adoración.
La historiadora contó que “nuestra ciudad, Juazeiro, es conocida por las peregrinaciones que se hacen a un santo popular, llamado Padre Cícero. Yo cuando estaba en la carrera de grado buscaba alguna cosa para investigar. Siempre me gustaron mucho las historias de las hechiceras, de las brujas. La carrera del historiador está limitada por los documentos, por las fuentes, si no están esas fuentes no hay sustento para la investigación. Yo busqué dentro de la historia de mi ciudad alguna cosa que pudiera motivarme y encontré la historia de María de Araujo, que solía acompañar a ese Padre. A fines del siglo XIX ella fue juzgada por la Iglesia porque decía manifestar ciertos fenómenos maravillosos: éxtasis, estigmas de la crucifixión de Cristo, viajes espirituales al cielo, infierno y purgatorio, pero el más visible signo era el desangramiento de la ostia en su boca cuando ella comulgaba. Ese fenómeno ocurrió más de 200 veces en dos años, por lo que llamó mucho la atención de la Iglesia y de la población. Así trajo diversos peregrinos. El proceso ocurrió entre 1891 y 1893. Un año después, en 1894, la Iglesia lanzó el documento final sobre el caso diciendo que María de Araujo era una embustera”.
Relata la historiadora brasileña, que estuvo unos días en Coronel Suárez invitada por Isidoro Espacio de Arte para leer poesía, que es otra de sus pasiones: “me di cuenta que en realidad era ella la que estaba en el centro de la escena y no el Padre Cícero, como cuenta la historia oficial de mi ciudad. Me di cuenta también que a partir de aquel momento, cuando ella es condenada por la Iglesia, se inicia un proceso de apagamiento de su figura y todos los milagros atribuidos a ella inicialmente son transferidos al Padre, por eso las peregrinaciones en honor a éste. María de Araujo fue apagada de la historia, los peregrinos que vinieron años después no la conocían, sólo conocían la historia a partir del Padre. Hoy la ciudad recibe más de un millón de personas por año buscando milagros y haciendo promesas”.
Sobre su investigación en el Vaticano dijo que “existe como un esfuerzo de la Iglesia para no hablar de eso. Así que en mi ciudad no pude encontrar el proceso original de Roma, como la correspondencia episcopal referida a este asunto. Fui al Vaticano para intentar tener acceso a esa documentación. Tuve un ángel, mi Profesora del doctorado, Mariana Cafiero, de la Universidad de La Sapienza, quien consiguió con sus contactos que me recibieran en el archivo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que es uno de los varios archivos del Vaticano. Allí encontré ese proceso en italiano, los decretos de la Comisión de Cardenales que ha juzgado la causa, encontré varias cartas. Descubrí como la Iglesia veía a esa mujer en aquel momento. A fines del siglo XIX la Iglesia no tenía intereses en nuevas santas, en nuevos cultos, porque pasaba por momentos muy difíciles de reestructuración de la doctrina”.
Toda esta investigación será presentada hoy miércoles en un congreso sobre religión que tiene lugar en la Universidad de Buenos Aires, organizado por el grupo GERE (Grupo de Estudio sobre Religiosidad y Evangelización) y sueña con poder publicarlo en no mucho tiempo más.
La religiosa María de Araujo murió en el año 1914, luego de haber pasado un período enclaustrada por disposición de la misma Iglesia.
Sus restos, enterrados en la Iglesia del Socorro, fueron saqueados en el año 1930, luego que esa Iglesia fuera cerrada para cortar con las peregrinaciones que por entonces se hacían cada vez más numerosas.
Cuando la Iglesia se volvió a abrir ya no estaban sus restos óseos, sólo un relicario y un pedazo de tela de su atuendo de monja. El Padre Cícero fue excomulgado por la Iglesia también, aunque se sabe que esta medida no tuvo un cumplimiento efectivo.
Tuvo actividad política notable en la sociedad de la época y luego el peso de su figura se fue desvaneciendo. Popularmente se le otorgó a María de Araujo el título de Beata, no reconocido todavía por el Vaticano.
Ahora, a 100 años de su muerte, ha comenzado un movimiento para reconocerle a esta religiosa estas manifestaciones y a devolverle su verdadera historia, ya que todo indica que fue esta mujer y no el Padre Cícero quien producía todas estas maravillas y milagros de fe.

 
- - La Nueva Radio Suárez - - 101.3 Mhz. - - LRM 818 - 02926-430005 - -