Gabriel Salcedo es Orientador Familiar, Teólogo y Profesor de Letras y asesor de muchas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Asesora y colabora con el grupo Siendo Padres y a partir de allí con la Mesa de Nocturnidad que se formó en la Municipalidad hace unos meses atrás.
El martes pasado desarrolló una serie de charlas, primero a diferentes grupos de alumnos de la secundaria que reunió a un total de 1.500 jóvenes. Luego, a las 19:30 horas en el Mercado de las Artes, habló con los padres. Todos los encuentros pusieron énfasis en el valor de la familia.
El profesional, en conferencia de prensa, dijo sobre las charlas con los jóvenes que los dos encuentros desarrollados fueron “muy enriquecedores. Hablamos de la relación con sus padres, admiro a cada uno de sus hijos, tienen una capacidad para comprender y entender la orientación, o los consejos que se pueden dar desde otro lugar, y se fueron muy desafiados a ser mejores hijos. Los desafiamos a que ellos como hijos puedan desarrollar su rol y puedan ser felices en medio del hogar que les ha tocado vivir”.
Agregó que “el desafío que tenemos es conectar a ambas generaciones, padres e hijos. Me encanta decir que los padres vuelvan su corazón a sus hijos y que los hijos hagan lo propio con sus padres. Hoy los chicos se fueron con muchas ganas de abrazar a su papá, a su mamá, a revalorizar a su abuela, sus tíos, que tal vez hayan tenido un rol importante en su crianza”.
Sobre la convivencia familiar en el medio de las nuevas tecnologías reflexionó que “el ejemplo y la coherencia de los padres es muy importante: apagar el celular, el decir ahora es un momento sagrado. La mesa familiar debe volver a ser eso, ese momento donde todos nos miramos a los ojos, donde podemos intimar, donde podemos contar nuestros problemas; creo que hoy se ha roto esa comunicación, un poco antes tal vez que las nuevas tecnologías. Éstas lo que han hecho tal vez es desnudar las cuestiones de falta de comunicación que ya se estaban dando tal vez dentro de las familias. Por eso como padres debemos apagar los celulares, establecer ciertas normas y reglas a la hora de compartir la mesa familiar, a preguntarnos cómo estamos, a contarles cómo nos fue en el trabajo. Les preguntamos a los hijos pero somos reacios a contar cómo nos ha ido. Hay que volver a crear ese clima de intimidad familiar”.
Dijo que los jóvenes “se fueron de la charla con el desafío de entender que sus padres fueron formados de otra manera, que vienen de otra cultura familiar y que eso hay que respetarlo, de identificar no lo negativo de sus padres sino lo positivo, de perdonarlos en todos sus errores, explícitos e implícitos. Con el desafío también si alguno de sus padres está separado de poder reencontrarse también con ese papá o esa mamá, porque sus padres pueden estar separados pero no ellos de sus progenitores, y de alguna manera poder sumar y reencontrase con sus padres desde el cariño, desde el respeto”.