Mucho se puede expresar del Ingeniero Mario Cesar Malaret “Manucho” para los amigos, su actividad profesional de la cual se encontraba retirado fue revolucionaria para la época, por sus estilos y diseños arquitectónicos que definieron muy bien una época de la construcción en la ciudad donde ejerció su trabajo honesto, con personalidad y líneas de conducta que fueron su mas grande capital humano que deja como legado a su familia.
En lo institucional, fue Boca Jrs., la entidad de la calle Brandsen, que le tuvo como gran referente y factor de consulta. Un colaborador incondicional, donde a través de su profesión volcó su experiencia en la faz edilicia donde siempre aporto su visión renovadora y desinteresada con gran vocación de servicio.
Hace algunos años atrás ya la Comisión Directiva le había asignado el nombre al remodelado fogón que se encuentra en el sector alto del gimnasio de la calle Brandsen en un homenaje que lo compartió con su hijo Marito y nietos. Era el digno reconocimiento que recibió tras apreciar el crecimiento magnifico que hoy “su” Boca experimenta y del cual también ha formado parte por sus invalorables servicios, razón por lo cual la entidad xeneize lo ha despedido con gran dolor haciendo llegar a su familia muestras de pesar por su lamentado fallecimiento, pero valorando los años que le dedicó a la institución.
El Ingeniero Malaret, era una palabra autorizada. Un razonamiento siempre realista, pero apoyando cuando con toda seriedad y compromiso se iniciaban etapas de crecimientos en Boca, donde siempre aportada su visión profesional.
En el Centro de Jubilados y Pensionados de la misma manera, fue un impecable administrador de las obras de modernización y ampliación de la sede de la calle Sarmiento 364 en épocas de la gestión de Don Carlos Coppi, especialmente, siempre de manera desinteresada, honesta transparente, como ha sido su vida.
Supo tener militancia política tras la recuperación de la democracia en el 83, se lo recuerda con otras grandes figuras locales integrando las filas del MID, por que era en definitiva un convencido del rol de desarrollismo para el país y para su ciudad.
Los restos del Ingeniero Mario Malaret fueron inhumados el domingo pasado y para Boca Jrs. ha sido un día de duelo.
Las fotos del recuerdo ilustran esta despedida, cuando Boca le impuso el nombre del Ingeniero Malaret al fogón remodelado en los altos del gimnasio de la calle Brandsen.