“Tuve que transitar caminos difíciles y desafiar a la historia por un solo deseo de conocer la historia de mi familia. Quién iba a imaginar el importante aporte al revisionismo histórico haríamos sobre este pasaje de uno de los responsables de la Solución Final, es extermino sistemático de inocentes durante la Segunda Guerra Mundial. Creo que todo ciudadano tiene algo interesante que aportar. Y sólo es cuestión de decisión y lucha. El desconocimiento y la falta de interés no es bueno a futuro si queremos una sociedad mejor. No podemos mirar para otro lado, el mundo cambia a pesar que los que tienen el poder crean que todo sigue como antes. Cómo dijo el Papa Francisco, la revolución es ir a la raíces, y ver qué tienen estas raíces para decir. La única manera de hacer verdaderos cambios es la identidad. No se puede dar un paso en la vida si no es desde atrás”. Estas fueron las palabras, que frente al monumento al Coronel Isidoro Suárez, pronunció Liliana Herman, ayer, luego de recibir una plaqueta recordatoria del 40 aniversario de Lothar Herman, su tío abuelo, y quien fue la persona que descubrió al nazi Adolf Eichman, que bajo una identidad oculta vivía tranquilamente en Buenos Aires. Incontables notas de reclamo hacia las autoridades de organismos israelíes, que han sido rescatadas dentro de documentos secretos, dan cuenta que fue el aporte de Lothar Herman, quien después se vino a vivir a Coronel Suárez, lo que posibilitó que Eichman fuera cautivado y llevado ante los tribunales de justicia para ser juzgado por crímenes de lesa humanidad. Mientras tanto, a Lothar, se lo perseguía, vigilaba, y se levantaban calumnias contra su persona –como el de difundir que era nazi- volvieron a victimizar a quien ya había sido víctima en campos de concentración, y había perdido a su familia, convirtiéndolo en una persona más introvertida todavía.
Su sobrina nieta, Liliana, inició hace diez años una reconstrucción histórica, que coincidió con una investigación que una periodista alemana encaró en busca de la verdad sobre el secuestro de Adolf Eichman en tierras argentinas para ser llevado ante la justicia. Esto motivó la presión ante las autoridades alemanes para que se descalificaron documentos secretos que permitió reunir con mayor certeza lo que había acontecido, y entre otras cosas el fundamental rol que había tenido Lothar Herman en descubrir a Eichman en su nueva vida.
Un poco más temprano de este acto, en la mañana de ayer, Liliana Herman habló con La Nueva Radio Suárez, quien informó que sigue trabajando mucho junto a su esposo en el libro que contará la verdadera historia de su tío abuelo.
Preguntada en torno a cómo marcha en este camino de limpiar el nombre de Lothar, dijo que “realmente vamos muy bien, siempre avanzando, trabajando. Fueron muchos años de búsqueda, de reconocer quién fue Lothar, de reconstruir toda la historia desde Alemania, Olivos, que pasó en Coronel Suárez. Todo basado en documentos. Gracias a los documentos que mes desclasificó el Estado de Israel y Alemania pude conocer qué pasó con mi familia en Alemania. Fue una tarea dura, difícil. Pero todo se puede, con amor y perseverancia todo se puede. Estoy muy contenta de estar en Suárez, agradezco el apoyo y el cariño brindado por la gente, que me reconforta el alma”.
Dijo que estimaba que para los primeros meses del año próximo, estará terminado el libro que escribe sobre la historia de su tío.