En la tarde del viernes el tradicional local bailable Yamó se convirtió, como viene sucediendo en los últimos diez años, en un lugar ideal para disfrutar plenamente de la décima edición de una “Fiesta Diferente”, donde se dieron cita jóvenes y adolescentes pertenecientes a diferentes instituciones dedicadas a la atención de la discapacidad.
Se suman siempre a la propuesta estudiantes de varios establecimientos educativos de la ciudad, en una fiesta que se organiza con la intención de incluir a quienes presentan capacidades diferentes y paso a paso lograr un Coronel Suárez absolutamente integrador.
La energía desbordaba por todos los sectores del boliche, donde a partir de las 13:30 hs. la música se hacia sentir en toda su dimensión y acrecentaba la experiencia para un grupo de jóvenes que les permite relacionarse con otros chicos, conocer nuevos grupos, generar amistades, ampliando en consecuencia su vida social, con un desenvolvimiento en nuevos espacios, lo que les permite ganar mayor independencia.
Ese siempre ha sido el objetivo y este año nuevamente a las puertas de la vacaciones de invierno se logró el encuentro, hubo diversión garantizada, cotillón, alegría, confianza y un clima muy especial, donde nuevamente derribamos barreras demostrando que es posible una sociedad mas inclusiva, mas comprensiva y que en plena tarde de invierno, con un hermoso sol y la tibieza de la época, Yamó se hizo grande nuevamente con sus 41 años, pero a la luz del día.
Lindísima la Fiesta Diferente, sin palabras, para muestra repase las imágenes de nuestro Diario Digital.