Es que en 6 meses ha llovido la media normal anual en la jurisdicción de Huanguelén y sus campos linderos con Daireaux, ya que desde marzo a la fecha han precipitado 800 milímetros.
Jorge Durand expresó que no solamente se trata del agua que precipita, sino también de la que emerge: “hemos estado recorriendo los campos junto con el Intendente Municipal y representantes de Hidráulica de Bahía Blanca, y también en otro momento estuvieron representantes de esa repartición de Trenque Lauquen. Una de las zonas más afectadas es el Cuartel X. Nos llama mucho la atención porque hay agua que emerge, las napas están muy altas. Tenemos el recuerdo de otras inundaciones, con más milimetraje y más concentrado, pero fue en otra época, más hacia el otoño, cuando ahora nos está pasando esto en invierno. Entiendo que si deja un poco de margen la lluvia tiene que ir normalizándose, lo que pasa es que están saturados los perfiles”.
La gente de más años de experiencia en el tema no deja de apuntar que influye también para la cantidad de agua en Huanguelén el manejo que se hace del partidor de aguas de Piñeyro, según apuntó este productor agropecuario, Médico Veterinario y Presidente de la Sociedad Rural de Huanguelén: “según como se vayan repartiendo las aguas al Sauce Corto o al Huascar. Es compleja la situación y depende ahora que en los próximos días deje de llover”.
Sobre la siembra que corresponde a esta época dijo que “fina se hizo poco, y la que se hizo se va a perder. Mucho no se va a poder hacer, mientras que hay gente que tiene que tomar decisiones de desprenderse de hacienda. Es todo bastante complejo, tratando de coordinar entre vecinos y productores, buscando minimizar la incomodidad o las discusiones entre la gente que es víctima de la situación, ya sea del clima o del desmanejo del Estado con respecto a un servicio y a una responsabilidad que tiene”.
Sobre la declaración de emergencia agropecuaria para los Cuarteles más afectados, dijo que “lo que pretendemos es que se declare desastre, porque la emergencia implica una postergación. La experiencia nos ha llevado a darnos cuenta que la emergencia lo que hace es postergar el pago de los impuestos y los productores que tienen los descuentos por buen cumplimiento los pierden por esta declaración de emergencia. Es decir, termina siendo un arma de doble filo”.