Lo que sigue a continuación son algunos de los conceptos que desarrolló la Dra. Guillermina Rizzo en la conferencia pública en el Concejo Deliberante, ante un numeroso grupo de docentes, directivos y equipos técnicos escolares en la mañana del viernes.
Comenzó definiendo al bullying como “un término de origen anglosajón, se usa tanto en Estados Unidos como en otros países de habla inglesa. Tiene otras denominaciones también. Yo en lo personal creo que en Argentina debemos hablar sin miedo de violencia escolar y hacernos cargo. Es con lo que nos toca lidiar. Esto ha pasado en épocas anteriores, el tema es que hoy se sabe que este tipo de prácticas generan una serie de daños a veces irreversible. Se entiende por bullying o violencia escolar cuando una persona o un grupo atormentan en forma sistemática a otra u a otros y eso permanece en el tiempo. Cuando esto sucede tenemos que empezar a mirar el clima socio - relacional que se está dando dentro del ámbito escolar”.
Expresó que “la primer forma, y la que estadísticamente se da en nuestro país, y lo que más dicen los chicos que padecen es el tema de apodos, sobrenombres y motes. El hostigamiento forma parte de estas acciones de acoso psicológico que se traducen mediante el desprecio y la falta de respeto. El odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio. Hay que tomar en cuenta que en la comunicación tiene mas potencia lo gestual que la palabra. A veces en el aula hay un clima de calma aparente, pero hay alguien que permanentemente está manifestado con gestos ‘no me importa, no te registro’, entre otras cosas. No necesariamente está siempre la palabra, muchas veces lo gestual es una forma de violentar al otro”.
“Otra forma es la intimidación, que son todas aquellas acciones que tienen que ver con violentar, socavar al otro”.
“Cuando a veces los chicos se agarran a la salida de la escuela tiene que ver que durante 4 horas estuvieron hostigando a otro, y ese otro tal vez no salió al recreo por temor, pero sabe que a la salida va a haber un problema”.
“Esto sucede cuando hay adultos presentes, cuando no los hay el hecho de violencia se registra directamente dentro de la escuela”.
“El tema es que lo terminan haciendo en la puerta o a una cuadra. Ahí es cuando hay que profundizar aún más para empezar a desarmar este modelo”.
La Psicóloga habló también de “las amenazas, conductas que buscan atemorizar por la integridad física de un chico o algún familiar. Tal vez el que está sufriendo bullying no lo amenazan en sí, pero amenazan a alguien de su entorno. Ahí está el tema de la computadora. Así como la violencia emerge en diferentes ámbitos donde las personas se relacionan de manera disfuncional, también emerge a través de las redes sociales. Toda herramienta se puede usar para construir o destruir. Estas nuevas tecnologías son herramientas que pueden ser utilizadas en uno y otro sentido; esto tiene que ver con lo público, con lo privado y con cuánto de lo privado lo hacemos público. Los muros de los chicos son públicos, porque están buscando popularidad, a través de ellos se muestran, pero también a través de los muros reciben agresiones”.
Más adelante en su disertación, la Dra. Guillermina Rizzo agregó que “a través de investigaciones hemos llegado a la conclusión que estas problemáticas también producen daños en los espectadores”. Porque “los espectadores presencian como al otro lo doblegan. No opinan, no hablan, no lo hacen por miedo a que les pase lo mismo. Muchas veces a quien lo violentan se comienzan a sentir culposos, se empiezan a sentir merecedores de eso. Para que haya alguien que doblega hay alguien que se deja doblegar. El primero se siente como poderoso, sobre todo en la adolescencia”.
Para conocer más se puede descargar gratuitamente el libro de la Dra. Rizzo a través de la página web www.guillerminarizzo.com/libros.