En el momento deportivo más trascendente de su vida, Sergio Romero recibió el aliento de todos sus compañeros, las indicaciones del entrenador de arquero y un "machete" que le acercó un integrante del cuerpo técnico con el lugar donde pateaban cada uno de los jugadores de Holanda.
"Chiquito" lo leyó antes de salir hacia el arco para atajar el primer penal y segundos antes de que Ron Vlaar pateara y errara el primer penal de Holanda. El arquero repasó la lista que tenía guardada y acertó en dos penales.
Wesley Sneijder fue la segunda víctima de Romero. El número uno de la Selección le tapó el tercer penal al jugador holandés y puso a la Argentina a la puerta del triunfo.
Minutos después, Maximiliano Rodríguez pateó el penal que le dio la gloria al conjunto de Sabella y lo llevó a jugar una final del mundo después de 24 años.
El "machete" fue un ayuda memoria clave para acertar en los penales frente a Holanda. Es un método que suelen utilizar muchos arqueros aunque a veces no funcione. Pero al papelito con las anotaciones, hay que agragarle la calidad y, en la tarde San Pablo, Romero lo pudo hacer.
Fuente: Infobae.