En los estudios de La Nueva Radio Suárez, Matias Alebuena titular de Chopp, el pub de la esquina de Mitre y Rivadavia, que ha incorporado en esta temporara invernal una interesante propuesta que ha movilizado a músicos y, cantantes semiprofesionales y amateurs, de nuestra ciudad y la región, a través de Cantando por un Sueldo, brindó detalles de las próximas etapas.
Comenzó expresando que “este concurso surgió en ronda de amigos. Como muchas ideas locas que uno tiene, tuvimos esta y la desarrollamos”.
“La gente se enganchó. A veces no solo basta con tener una buena idea, y más en un concurso que sin competidores no somos nada, pero no fue este el caso. Acá se anotaron muchos y lo mejor es que todos han sido muy responsables”.
“De nuestra parte sumamos un escenario mas amplio, mejoramos el sonido y tenemos un jurado que con mucha dedicación selecciona a los mejores concursantes, evaluando con criterio”.
“Este sábado, desde las 21.30 horas, tenemos la última ronda de clasificación, pero además tenemos un show muy bueno de rock nacional, con gente de Tandil y finalmente karaoke”.
Sobre la continuidad del certamen “Cantando por un sueldo”, Matias Alebuena explicó que “durante julio tendremos espectáculos musicales los viernes y sábados ya que le daremos a los 40 concursantes que siguen en camino el tiempo necesario para la próxima ronda que comienza el primer fin de semana de agosto con algunos pequeños cambios, como por ejemplo que serán 3 los temas que deberá interpretar por noche cada participante, uno de los cuales deberá ser de un ritmo específico cada fin de semana. Tendremos noches de rock and roll; blues o country; tropical, salsa o bachata; melódico y pop; tango y folklore. Finalizado agosto la cantidad de participantes se reducirá a 20. Las rondas siguientes no serán todos los fines de semana porque los artistas necesitan su tiempo para preparar las presentaciones, tenemos previsto la gran final para el primer fin de semana de noviembre”.
“Nos sentimos contentos porque sabemos que estamos haciendo las cosas bien, y eso lo comprobamos cuando sube al escenario un niño o joven que nunca se animó a cantar en público y el jurado termina aplaudiendo de pié por el talento que tenían oculto”.