Desde las cinco de la mañana del domingo comenzó la actividad para elaborar una impresionante cantidad de porciones que previamente se habían reservado de una cazuela incomparable de mondongo promocionada a beneficio del Centro de Día.
Grandes ollas, mecheros y después 200 kilos de mondongo que debían ser minuciosamente cortado, unos 100 kilos de papas, porotos más todos los ingredientes, cebolla, ajo, perejil, zanahoria, papas, chorizos y otros ingredientes incomparables para presentar un plato ideal para esta época de frío invierno.
Nuevamente la solidaridad de la gente se hizo presente, por lo cual el resultado ha sido muy satisfactorio y pasará a engrosar las arcas del Centro de Día, en un mes muy difícil donde deben pagarse salarios, aguinaldo y se duplican las retenciones sociales consecuentemente.
A esto se suma un notable retraso en las becas y estipendios que deben solventar las obras sociales por la atención que reciben los concurrentes y residentes permanentes del Centro de Día y el Hogar de Día.
Jorge Baleman, su hijo Juan Carlos y una gran cantidad de colaboradores integrantes de la Comisión Directiva y allegados al Centro de Día participaron de una verdadera maratón, ya que el mondongo es una comida específica que requiere una serie de detalles para que se transforme sencillamente en una delicia.
Para ello Baleman es un maestro y nuevamente su solo apellido ya es convocante para una querida institución donde la comunidad, más allá del aporte solidario, puso en el día domingo un plato exquisito en su mesa para las 11.30 horas de manera ágil comenzaba la entrega a todas las personas que compraron las porciones.
Baleman tiene en cuenta todos los detalles inclusive el trato dispensado a los implementaos utilizados para la preparación, las ollas, el comento de cocción de cada producto, los tiempos para el reposo, como servirse y otros “secretitos” de la cocina que son altamente considerados a la hora de organizar el operativo que demanda muchas horas y esfuerzos compartidos, antes con la compra de la materia prima, después la previa, el momento clave de elaborar el plato y finalmente la entrega.
Para ello es necesaria la presencia de un efectivo grupo de colaboradores, todos juntos manos a la obra para semejante desafío y que una institución como el Centro de Día, requiere de este monumental esfuerzo de mucha gente y del trabajo desinteresado del maestro Baleman, querido y entrañable vecino de nuestra ciudad, que tiene una agenda preparada de mondonguedas a beneficio de otras entidades de bien público y educacionales.