Hace diez años se apagaba la luz de un vecino que representó cabalmente la solidaridad, la entrega total a su profesión y una inmensa vocación de servicio que distinguió absolutamente a una familia que representa esos valores en nuestra comunidad.
El Dr. Raúl ha sido un emblema para los suarenses con su personalidad simple, sencilla, agradable, donde su silbido se sigue extrañando por los pasillos del Hospital Municipal o de la Clínica Coronel Suárez.
De la misma manera esa figura llegaba en las frías madrugadas para atender un parto o una emergencia y sobre su pijama se colocaba el sobretodo y con el mismo humor se predisponía para un nacimiento que inevitablemente estaba llegando.
Interminables presencias de pacientes en su histórico consultorio de la calle Sarmiento, donde hoy todavía luce con todo el orgullo que ello representa la placa identificatoria profesional, al igual que en el frente de la Clínica Coronel Suárez, porque, como dijo el Dr. Alberto Anasagasti en el acto que tributó la Municipalidad cuando se cumplieron 50 años de haber obtenido el título de Médico, Raúl Caccavo ya en ese entonces estaba en el bronce.
Hoy el Dr. Raúl vive en el corazón de la gente, de su pueblo, al que siempre solicitó que se lo escuche porque ese sería el secreto del éxito de los gobiernos municipales, ponerle el oído siempre al vecino, quién en definitiva marca el rumbo y el progreso; como recomendación era su prédica constante a su inseparable amigo de toda la vida, Don Domingo Moccero, para insistir luego a sus seguidores del Movimiento para la Victoria.
Una prédica que hoy más que nunca se torna imprescindible en todos los niveles.
Nuestro Hospital Municipal lleva su nombre, nos ha dejado un legado para las nuevas generaciones, quienes deberían imitar en algo un perfil tan humano, sencillo, sensible, una personalidad inolvidable, amado y reconocido por los suarenses, sin distinción.
Verdaderamente un gran imprescindible que a diez años de su fallecimiento se extraña cada día más.
“Estoy aquí como parte de mi pueblo, de mi historia y de mi amigo. Aportando mis mejores sueños a esta maravillosa aventura de construir un Coronel Suárez solidario”, una frase elocuente que hoy puede leerse en la gigantografía que se encuentra en la calle Garibaldi, frente al Hospital Municipal, al lado de la perteneciente a Domingo Moccero.
Están nítidas las imágenes que quedan grabadas en nuestro recuerdo después de tantos años de labor periodística, con el privilegio de haber conocido estas admirables trayectorias.
La campaña política donde el Dr. Raúl encabezó la lista como candidato a Concejal, los actos proselitistas en el Pueblo Santa Maria, los nacimientos de nuestros hijos, la despedida de nuestros mayores, el dolor ante el fallecimiento de su dilecto amigo “Tito” Moccero, sus visitas junto al Dr. “Titino” en el aperitivo infaltable en la casa de Don Antonio y su esposa en la calle Avellaneda, donde hoy están los consultorios de Alberto y Luisito Caccavo, sus rápidas y efectivas prescripciones, los medicamentos de muestras gratis para que el paciente no gaste de mas, su figura impecable.