Desde hace cinco años tres cocineros se reúnen para elaborar un exquisito risotto, tradicional comida italiana. Se trata de Tito Cimarosti, Mauro Dewald y Francisco Ciganda.
Los tres primeros años se llevaba a cabo en el marco de la Fiesta de los Inmigrantes. Pero el año pasado, y este año también, la propuesta parte de la Asociación Italiana y se propone la venta por porciones.
En esta ocasión será con pollo y habrá 400 porciones que se dispondrán a la venta. Para tanta cantidad los cálculos son grandes: hay que tener listos 150 litros de caldo, para ir embebiendo el arroz a medida que se va cocinando.
La elaboración de tan rico y nutritivo plato se hace en dos etapas. La primera con la mitad de las cebollas, zanahorias, dos tipos de morrones y el pollo trozado se hace un sofrito previo donde se sella, y se lo lleva todo, lo que luego se mantiene en asaderas, en el horno, para que conserven la temperatura.
Con la otra mitad restante se hace también un sofrito y se le incorpora el arroz (40 kilos), para sellarlo también, echándole el caldo y vino blanco (30 litros) en una sartén bien grande que tiene 3 metros de diámetro y con un mechero fabricado al efecto, que trabaja con tres garrafas a la vez para asegurar la temperatura.
El secreto para un buen risotto es que el arroz no se cocina nadando dentro de litros de caldo, sino que se le va incorporando el líquido a medida que lo necesita, tomándolo hasta el punto justo. Y al final un muy buen queso y manteca para emulsionar la sabrosa preparación.
La porción, abundante, se vende a $50 y se consigue ante los miembros de la Comisión Directiva de la Asociación Italiana.