Esta semana Carlos Romero brindó una capacitación en el marco del programa de solidaridad empresaria de General Motors y Dalcros sobre seguridad vial, en la Escuela Técnica.
Esta es una tarea habitual para quien se ha formado a lo largo de mucho tiempo, que tiene el compromiso de bregar por la seguridad vial y se encarga de brindar las capacitaciones que son el camino para obtener la licencia de conducir.
Consultado por La Nueva Radio Suárez, Carlos Romero recordó que todo comenzó con las charlas en las escuelas, que luego fructificaron en el curso para obtener las licencias de conducir.
Consultado en torno al programa que se desarrollará en las escuelas secundarias, aclaró que “a raíz de tantos viajes que hemos hecho con Gustavo Di Battista, donde tomamos contacto con la Agencia de Seguridad Vial, la Dirección Provincial de Política y Seguridad Vial y el REBA (que se encarga de la comercialización y el control el alcohol) nos relacionamos con alguien que está a cargo de la educación vial en las escuelas, y quedamos después en organizar un concurso regional a nivel educativo que se iba a implementar como plan piloto en Coronel Suárez, 20 módulos que permitirían reforzar de alguna manera todo lo que es la parte de conocimientos necesarios para obtener la licencia de conducir. Es para chicos de 16 años en adelante y se hará en la Secundaria de Villa Belgrano. Es un proyecto bien amplio, con 10 encuentros de 2 horas cada uno, donde habrá una evaluación final para los alumnos y se considerará, al final de este proceso, aprobado el examen teórico práctico para obtener la licencia de conducir”.
Para esto ya están impresos los manuales y se espera que a la brevedad comience esta capacitación. Será una primera experiencia piloto que una vez probada pasará a otros establecimientos educativos.
Consultado en torno a lo que busca transmitir en cada una de sus charlas, Carlos Romero dice que “uno busca que los chicos entiendan todos los riesgos que existen, los cuales son muchos. Siempre digo que de alguna manera uno hace un recorrido por todas las cosas que hacemos, pero el resultado final tiene que ser que ellos entiendan que lo que está en juego en la vía pública es su integridad física”.
Agrega a sus consideraciones que “el único objetivo a veces, más allá que se pueda hacer mal o bien un acta de infracción, es bajar al borracho del auto y que no se mate, ni mate a nadie. El objetivo es salvar una vida, uno se pone ese objetivo nada más y si algún día tengo la certeza que alguien se salvó por una mínima acción que pude desarrollar ya está, ya estoy pago, no espero otra cosa de todo esto” expresó con la solvencia que lo caracteriza Carlos Romero.
Para concluir reflexionó que “tenemos que empezar a entender que muchos de los problemas que tenemos, por los cuales salimos corriendo, no son tan importantes como para matarse. Muchas veces esas velocidades que la gente le quiere dar a las actividades terminan con resultados contradictorios. Están los que se matan por llegar, los que se matan y no llegan o los que terminan chocando por estar apurados y a partir de allí el tiempo que van a gastar es mucho mayor”.