En la última sesión ordinaria del Concejo Deliberante pasaron cosas que no tuvieron nada de ordinario o de común, ya que el orden del día estaba compuesto por temas de alto contenido político y muy importante para el desarrollo institucional, económico y administrativo de la Comuna suarense.
Por un lado se daba tratamiento al Presupuesto para el año 2014, avanzado ya el mes de junio, es decir, el sexto mes del año fiscal.
Con la negativa de UNOS, que votó en contra, consecuente con la postura de no aumento en las tasas municipales y porque falta que el Ejecutivo envíe información básica, como el organigrama municipal, el presupuesto municipal 2014 resultó aprobado por la mayoría de las bancadas del oficialismo, Frente Renovador, Frente Progresista Cívico y Social y PJ.
En relación a otro tema muy importante, el veto del Ejecutivo a la rendición de cuentas del ejercicio 2013, la oposición no logró el número necesario de 11 votos para dejar firme la ordenanza aprobada por el conjunto de la oposición que desaprobaba la rendición de cuentas y que interponía para ello una serie de objeciones oportunamente apuntadas.
Los bloques de la oposición, que aparecen con mucho debate interno y no logran ponerse de acuerdo en los grandes temas que tienen para tratar frente al oficialismo, tuvieron así un breve lapso de acción conjunta: la redacción del dictamen para rechazar la rendición de cuentas y justificar esto con una serie de objeciones que obran en la redacción.
Pero fue apenas una breve luz: pronto volvieron a dividirse las aguas en torno a quién tenía la culpa que el proyecto haya salido como ordenanza (las ordenanzas sí pueden ser vetadas por el Ejecutivo) y no como resolución, que es lo que ahora aconseja el Tribunal de Cuentas que se haga.
Que si históricamente lo que se redactaba era una ordenanza, que en la redacción original figuraba como resolución, que si se respetan las jerarquías (la de la presidencia que propuso el cambio a ordenanza), que si son los Concejales los que pueden pedir que quede como resolución y votar democráticamente esta cuestión. El asunto es que el debate dio para largo y lo que fue una breve acción conjunta quedó desarmado en una serie de individualidades.
Evidentemente la promoción con que se basaron las campañas de los partidos opositores en la pasada elección (sacarle la mayoría al oficialismo) aun no ha cuajado en la realidad. Todavía nueve no son más que siete. Eso es por lo menos lo que demuestra el Concejo Deliberante de Coronel Suárez.
¿Será que muchas individualidades y partidos políticos están probándose frente al espejo el traje de Intendente, pensando en el 2015?