En el marco del acto celebratorio del 25 de mayo, en el Colegio FASTA San José se llevó a cabo, en la mañana del viernes y luego también para los alumnos del turno tarde, el rezo de la oración por la paz que redactó San Francisco de Asís. Previamente se leyó el documento elaborado por los Obispos Argentinos.
Ese documento está titulado “Felices los que trabajan por la paz”, alguno de cuyos párrafos indican que “como pastores del pueblo descubrimos un aspecto inquietante de la realidad nacional. Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina está enferma de violencia. Creemos que el amor vence al odio y que nuestro pueblo anhela la paz”.
“Son numerosas las formas de violencia que la sociedad padece a diario. Los hechos de violencia no sólo han aumentado en cantidad, sino también en agresividad. Una violencia cada vez más feroz y despiadada”.
“Es evidente la incidencia de la droga en los que delinquen, en quienes se perciben escasa y casi nula valoración de la vida propia y de la vida ajena. También son violencia situaciones de exclusión social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación, de precariedad laboral”.
“Corremos el riesgo de habituarnos sin que nos duela el sufrimiento de los otros hermanos. Todo lo que atenta contra la dignidad de la vida humana es violación al proyecto del amor de Dios: la desnutrición infantil, el abuso, la violencia doméstica, el hacinamiento, los niños limpiando parabrisas de los autos, incluso la destrucción de la naturaleza”.
“Hemos endurecido el corazón incorporando estas desgracias como parte de la normalidad de la vida social, acostumbrándonos a la injusticia y relativizando el bien y el mal. Para lograr una sociedad en paz cada uno está llamado a sanar sus propias violencias. Es necesario reconocer las diversas crisis por las que atraviesa la familia que es nuestra primer escuela de paz. En ella aprendemos la buena noticia del amor humano y la alegría de la convivencia”.
“Para construir una sociedad saludable es imprescindible un compromiso de todos con el respeto de la ley. Nos estamos acostumbrando a la violencia verbal, las calumnias y las injurias. Urge en la Argentina recuperar el compromiso con la verdad, sin ese paso estamos condenados al desencuentro y a una falsa apariencia de diálogo”.
“Jesús nos dice ‘Felices los que trabajan por la paz’. Los alentamos a seguir siendo instrumento de la paz”.
A continuación se rezó la oración de San Francisco de Asís:
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz .
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
Porque es:
Dando , que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.