La presidente Cristina Kichner hizo una enérgica defensa del patrimonio público esta tarde, al inaugurar la nueva sede del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en un predio que estaba abandonado en la isla Demarchi. Acompañada por ministros del gabinete, destacó la importancia del nuevo edificio y otras obras y bienes "recuperados" por la administración pública, entre los que mencionó YPF y Aerolíneas Argentinas.
"Nunca esperes que te aplaudan desde los centros de poder por cuidar el patrimonio de los argentinos, no esperes más que palos, insultos y agravios. Pero la historia se toma sus tiempos y los reconocimientos llegan", dijo.
La mandataria cuestionó privatizaciones y ventas de inmuebles y empresas estatales ocurridas décadas atrás. "Cuánta administración fraudulenta en contra de los intereses del Estado. Sin embargo, no se escuchaban tantas voces ni tantas denuncias ni tantas cautelares en los años en que se entregaba vergonzosamente el patrimonio nacional", indicó. Y al citar al papa Francisco, añadió que "la corrupción no reconoce ideologías ni fronteras".
En un mensaje con un dejo de ironía, señaló: "Ojalá hubiéramos tenidos fiscales y jueces como los de ahora, que siempre están tan atentos para hacer tantas denuncias". Agregó que "corresponde hacer" las denuncias "y también deberán ser probadas", y remató: "Cuántas cosas nos hubiéramos ahorrado. Hubo hasta privatizaciones por decreto sin que nadie haga nada en el ámbito que correspondía".
Aunque no hubo alusión directa alguna, esas declaraciones cobran un particular sentido en medio de la defensa que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hizo hoy del vicepresidente Amado Boudou por el proceso judicial que enfrenta a raíz de la venta de la ex Ciccone.
La jefa de Estado resaltó la construcción del nuevo edificio del ministerio, erigido sobre un terreno que le perteneció a la empresa Tandanor. Dijo que concentrará todas las tareas de esa cartera, que para fin de año dejará de abonar alquileres, lo que permitirá ahorrar 40 millones de pesos.
Subrayó, además, el hecho de que haya sido construido por personas que cumplen condenas en el Servicio Penitenciario. "Para mí significa cumplir con el mandato de que las cárceles deben servir para la recuperación de las personas y no para el sufrimiento", dijo.
"Los argentinos, después de 30 años de democracia, debemos asumir la responsabilidad de defender lo que es de cada uno", culminó.
Fuente: Infobae.