La Nueva Radio Suárez consultó a la Martillera Ana Lía Pogost para conocer cómo esta el mercado inmobiliario, transcurridos prácticamente cinco meses del 2014 y sobre todo después de la devaluación y la estampida de los precios de enero-febrero.
Consideró que “el análisis es un poco cruel. Realmente el mercado inmobiliario a nivel país, a partir del cepo cambiario, comenzó a decaer. Pero realmente ahora hay un parate muy importante. Hay súper oferta de propiedades y demanda casi nula”.
“Hay que tomar en cuenta que a partir del corralito y del 2001 el mercado inmobiliario tuvo un auge floreciente y creciente, por lo que esta actualidad es un cambio muy brusco”, agregó.
Analizó las causas de esta situación: “tiene que ver con que la gente está quieta, no quiere gastar. Por supuesto que hay gente que no puede ahorrar y ahora menos que nunca, se ha profundizado este rango de gente a la que le cuesta más vivir. Pero hay gente que ha tenido mucha capacidad de ahorro en estos años y no toca el dinero. No sé si está esperando a que bajen los precios. Hoy no sucede la realidad de hace unos años de viviendas hipotecadas y gente con deudas que tiene apuro por vender. No han subido tanto el valor y hay muchas oportunidades buenas”.
Negándose a dar valores de referencia sobre cuánto cuesta hoy una vivienda tipo, bajo la justificación que “por los problemas de la inseguridad, porque hay quienes están pendientes de quién vende. Hoy si hacemos alguna venta no nos permiten los vendedores poner el cartel del ‘vendido’. Pero además yo nunca quise dar los valores por una cuestión de reserva, quien quiera saberlo que venga a nuestras oficinas a averiguarlo”.
Consultada en torno a si una vivienda que no se vende luego pasa al mercado de alquileres, responde que “no tanto”, y agrega que “hay muchas viviendas en alquiler porque mucha gente compró y construyó para alquilar. La gente sigue alquilando en igual cantidad, pero ahora hay muchas ofertas, por lo que la gente puede elegir. En propiedades de un ambiente o dos ambientes hay ofertas entre $1.000 hasta $2.500, dependiendo de la categoría. En dos dormitorios hay desde $1.800 hasta $3.500. Influyen en el valor la ubicación, la propiedad nueva, lo que se ofrece como servicios y comodidades. En tres dormitorios de $3.500 para arriba. Con la diferencia que antes alquilábamos muy fácil una casa de $7.000 si era muy buena, hoy ya no: hay un tope de $5.500 o $6.000 con mucha gente”.