El Ing. Ramiro Cid, quien pertenece al Instituto de Ingeniería Agrícola del INTA Castelar, participó de la jornada con una exposición que estuvo centrada en todo lo que tiene que ver con buenas prácticas agrícolas, aplicaciones periurbanas, conceptos de deriva y la posición de las entidades, qué es lo que se debiera hacer y lo que tendría que contemplar una nueva ley de agroquímicos.
A este respecto, el Ingeniero Cid explicó que “tenemos una ley en la Provincia que es bastante vieja ya y que está intentando ser reglamentada o modificada para adaptarla a los tiempos. Lo ideal sería que tuviéramos una ley nacional de agroquímicos que diera marco a todas las provincias. La que está vigente en este momento es del año 1958, en ese momento estaba el DDT, no había ningún cuestionamiento a los agroquímicos, no se hablaba de deriva, había cosas que no se conocían y las máquinas eran totalmente diferentes”.
El profesional consideró que “podemos decir que esa ley es letra muerta. Hace por lo menos 8 años que está en tratamiento, que no termina de salir. El año pasado hubo muchas entidades, el INTA entre ellas, que hicieron una serie de puestas para que se contemplaran en esta nueva ley, se atendieron desde el Ministerio de Asuntos Agrarios y se derivaron a la legislatura pero se perdió, vaya uno a saber… Esta esperada ley no termina nunca de salir, supongo que tendrán otras prioridades”.
Sobre la ambivalencia entre una ley inexistente o desfasada en el tiempo, y la presión social que cada vez es más fuerte, que se dirige hasta el extremo de solicitar la no aplicación de agroquímicos, el Ingeniero Cid fue claro al manifestar que “el punto extremo de prohibir los agroquímicos es absolutamente utópico. Hoy los agroquímicos están absolutamente incorporados a nuestro medio de vida. Toda la agricultura del mundo está basada en el uso de agroquímicos, lo que no quita que haya un nicho de gente que se dedica a hacer agricultura ecológica. No hay ningún país del mundo que sea productor donde no se aplican agroquímicos. Si no se utilizaran los rendimientos de los cultivos bajarían ostensiblemente, provocando un encarecimiento de precios, cosa que es insoportable para un mundo que crece en población y que cada vez necesita mayor cantidad de alimentos. Del otro lado están los del otro extremo que sostienen que hace 30 años vienen aplicando y nunca pasó nada; tampoco va esta postura. Lo que tenemos que encontrar es un punto medio en el cual los agroquímicos se manejen responsablemente, con criterio de salud, de preservación del medio ambiente. Y utilizarlo sólo cuando es necesario, ya que muchas veces se aplican antes que la plaga haya alcanzado un nivel de daño, comprobando esto con un monitoreo adecuado”.
Agregó que “hay que trabajar mucho para llegar a un nivel de aplicación criteriosa y responsable, eso estamos tratando de hacer desde el INTA, hemos dado muchas capacitaciones y estamos tratando de llegar a ese nivel en el país y queremos fervorosamente tener una ley a través de la cual este tipo de cosas se cumplan. La ley no va a solucionar los problemas pero por lo menos da un marca sobre la cual nos tenemos que mover” concluyó expresando el técnico consultado durante las Jornadas sobre uso correcto de agroquímicos que se llevó a cabo en la Sociedad Rural.