El 1 de mayo celebramos el Día del Trabajador. Ese luchador, esforzado y útil a su familia y a la sociedad que diariamente asume la responsabilidad de conseguir con el sudor de su frente el sustento de sus seres queridos.
En la actualidad para los trabajadores es una fecha de fiesta, pero en su origen la conmemoración no fue para nada festiva, ya que tuvo carácter dramático, de sangre y lucha para conseguir todos los beneficios y reconocimientos de los que hoy gozamos los trabajadores.
En esta fecha en que se debe valorar al que trabaja, reconociendo su esfuerzo y sus meritos, nada mejor que reflexionar sobre las personas que tenemos cerca, pensar en nuestros padres cuando llegan cansados a nuestra casa, porque ha estado varias horas forjando su porvenir, el de la familia, el de nuestro país. Pensemos en nuestras madres y esposas que atienden las tareas hogareñas o trabajan fuera de tu casa.
Ellas hacen lo imposible para conseguir lo necesario para que a nuestros hijos no les falte nada. Pensemos en los desocupados que buscan trabajo y cuando lo consiguen lo hacen con dignidad y regresan a la casa con lo que han podido ganar. Y porque no, pensar también en el otro que también realiza esfuerzos como uno. También pensemos en que si los trabajadores no estuviésemos organizados, seguramente no gozaríamos de los muchos beneficios que nos dejaron quienes dieron su vida por las conquistas laborales.
El enemigo esta siempre al acecho para arrebatarnos las conquistas sociales y debemos cuidarlas con más participación y militancia. Por la memoria de quienes dieron su vida en defensa de los derechos del trabajador Feliz Día del Trabajador.
Rodolfo Gonzalez - Delegado Gremial Luz y Fuerza.