Se trata de Sara Bedford y James Butcher, quienes en el año 2011 iniciaron una recorrida a todo lo largo del continente americano entre Alaska y Argentina, finalizando en la ciudad más austral del mundo: Ushuaia.
El sábado llegaron al domicilio familiar de un camionero de Coronel Suárez, Marcelo, quien hace viajes de transporte de cargas entre Buenos Aires y esa ciudad y donde estos dos jóvenes ingleses le pidieron que los transportara hasta la capital del país.
Para emprender este viaje, gestado a lo largo de muchos años, Sara y James vendieron todas sus pertenencias y ahorraron a lo largo de varios años de trabajo.
La recorrida la hicieron en bicicleta, más de 30.000 kilómetros, lo que le dio a la experiencia el aditamento especial de hacer un larguísimo y sorprendente recorrido en este medio de locomoción por bellos paisajes naturales y tomando contacto con la gente de cada lugar.
Cuentan que “en Argentina llegamos al final de nuestro viaje en bicicleta, que empezamos en Alaska, en julio de 2011. Veníamos bajando con Canadá, los Estados Unidos, México, los países del Centro y de Sudamérica”.
Sara recuerda que “siempre tuvimos el sueño de viajar y somos ciclistas, entonces decidimos hacer algo en bicicleta. James fue a Guatemala hace 12 años para vivir un poco y luego nos decidimos a conocer más de América Latina. Ahorramos todo, trabajamos mucho para tener fondos para poder salir”.
Reconocen que si bien planearon la mayoría de los detalles de este viaje, “también nos gusta viajar sin itinerario fijo, porque siempre surgen oportunidades para conocer otros lugares y personas”.
Cuentan que eligieron América “por ser una región única en el mundo; hay este concepto de una América unida, pero en realidad es un continente o dos continentes con tanta variedad, con culturas tan distintas; desde los más ricos del mundo hasta los más pobres. Se puede viajar por el norte y por el sur de América con sólo dos idiomas: inglés y castellano. Pasamos por 16 países con dos idiomas”.
Los dos jóvenes viajeros pertenecen a la zona de Cambridge, en Inglaterra, y estarán de regreso a su lugar de residencia en un tiempo más, ya que piensan quedarse unos días en Buenos Aires para conocer la capital del país, luego tomarán el avión con destino a España, para recorrer hasta Francia en bicicleta y desde allí tomar el ferry con destino a Inglaterra. Piensan cerrar su viaje llegando en bicicleta a la casa familiar.
Sobre lo que más les gustó y lo que aprendieron, Sara considera que aprendió el idioma español, “pero también aprendimos mucho de la gente, de la hospitalidad latina; en cada país alguien nos invitó a comer, a dormir, a charlar con ellos. Y eso ha sido increíble. Este viaje ha sido increíble, más que por las cascadas, las montañas, lo ha sido por la gente que conocemos. Me vuelvo a Inglaterra con estas memorias de personas de las que nos hemos hecho amigos”, coinciden los dos jóvenes. También aprendieron que más allá de las diferencias culturales “en todos los países, en todos los lugares, los hombres lo que quieren es vivir en paz”.