Llega el frío. La época en que dan ganas de comer alimentos con mayor caloría, porque el organismo así los reclama, y dejar de lado las clásicas ensaladas del verano. El peligro que subyace en esto es el de sumar kilos no deseados al cuerpo, cuando muchas veces no se han podido siquiera bajar durante la temporada de calor.
Por eso la consulta a la nutricionista María Julia Rossetti, quien dijo que “normalmente, con la baja de temperatura, la alimentación empieza a cambiar. Comienzan a ingresar más calorías, porque además el cuerpo reclama mayor contenido energético de los alimentos. Se empiezan a comer más salsas o guisos, por lo que es muy común que se aumente algún par de kilos durante el invierno”.
¿Cómo evitar esta subida de peso? La recomendación que repite a lo largo de la nota periodística la profesional consultada es “no dejar de realizar diariamente alguna actividad física: bicicleta, el gimnasio, alguna actividad aeróbica, nadar, caminar, trotar, bailar. Una actividad que sea agradable para cada persona, eligiendo los horarios más cálidos dentro de los días invernales”.
“De todas maneras, ese par de kilos que se aumenten, que a veces son casi normales por el tipo de alimento, porque hace frío y uno normalmente está mucho más quieto”.
El consejo es consumir “vegetales calientes, con una porción de carne. Pueden ser guisos con todo tipo de vegetales, como por caso lentejas, sin necesidad de incorporar carnes. También tartas, zapallitos, donde se usan verduras. Evitar las frituras todos los días, empezar a hacer las milanesas al horno. Se pueden gratinar los vegetales con queso o salsa blanca liviana (con leche descremada y harina, sin materia grasa, más los condimentos que habitualmente se utilizan)”.
Como también hay que mirar mucho el bolsillo, María Julia Rossetti recomendó comprar un pan común o blanco (el de salvado es más caro), y consumirlo fresco o tostado con moderación, consumirlo preferentemente en el desayuno, evitarlo en el almuerzo y en la cena. Para la media mañana o la media tarde: un turrón, una barrita de cereal y por supuesto las frutas. Si hay muchas ganas en el invierno de tomarse una chocolatada, la recomendación es “con leche descremada, con algún edulcorante en polvo, o bien comprando un cacao amargao, endulzando con el edulcorante de preferencia.
Siempre la recomendación frente a los productos light o de bajas calorías es no obstante, regular la cantidad, porque no pueden consumirse en exceso ya que al final, es el mismo resultado que los productos comunes si se los consume en demasía. “Todo con moderación, siempre”, dice la profesional.
Y la recomendación es hacer por lo menos cuatro comidas, masticando mucho cada bocado, y tomándose el tiempo para disfrutar del alimento, sin estrés, para que el cerebro registre adecuadamente lo que se consume.