Anoche se inició lo que en la Iglesia Católica se conoce como Triduo Pascual, que son los tres días previos a la fiesta de Pascua. Comprende el jueves, viernes y sábado de la Semana Santa, que es cuando se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús, respectivamente.
En la Parroquia Nuestra Señora del Carmen el Triduo comenzó con la misa de la Cena del Señor y alcanza su punto máximo con la vigilia pascual.
En la oportunidad la misa, conocida popularmente con el "Lavatorio de los pies", es la primera que Jesús celebró con sus discípulos, en consecuencia un grupo de dirigentes y colaboradores de los movimientos parroquiales participaron de la ceremonia donde se renuevan tres aspectos grandes de la Iglesia.
El primero, el mandamiento del amor; y el símbolo es el lavatorio de los pies, por lo cual nuestro Cura Párroco Diego Kessler procedió a lavar los pies recordando aquella frase que expresa: "Jesús siendo el dueño se hace el servidor de todos, solamente sirve el que ama, y Jesús lo hace", afirma el sacerdote, haciendo alusión al pasaje bíblico en el Evangelio de San Juan (13: 3-5), cuando Jesús se quitó su manto, se ciñó una toalla a la cintura y comenzó a lavarle los pies a sus discípulos.
Segundo, la renovación de la primera eucaristía, de la inicial santa misa que él celebra.
"Jesús lo prometió: Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo; y la eucaristía es su presencia privilegiada", agrega.
Y, tercero, se instituye el sacerdocio, cuando Jesús pronuncia: "Hagan esto en conmemoración mía".
Es decir, que se establece la orden sacerdotal para que los apóstoles continuaran con esa misión.
Posteriormente se inició la procesión con el Santísimo y exposición en el monumento, para continuar con la adoración hasta la medianoche, es decir, momento en el cual se inicia el Viernes Santo, donde se destacará la Novena a la Divina Misericordia, la celebración de la Pasión y Adoración de la Santa Cruz y a partir de las 19 hs. una acongojada multitud se concentrará frente al Templo Mayor de Coronel Suárez, en Avenida Alsina y Belgrano, para iniciar el solemne Vía Crucis por las calles de la ciudad hasta el Cristo del Camino, donde se cumplirán las últimas estaciones con la escenificación de la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, donde una fuerte acción de quienes representan a los principales personajes domina toda la escena, en un silencio que verdaderamente cada año resulta absolutamente conmovedor.