Boca y San Lorenzo empataron 0 a 0 en la Bombonera y perdieron la oportunidad de escalar en la tabla. El clásico no tuvo goles en la noche del miércoles. Pese a los intentos del equipo de Bianchi por cambiar el destino del partido, el marcador quedó en cero.
Los dos equipos padecieron el mal de la imprecisión. No lograron generar juego asociado y pelearon la pelota en el medio campo. El conjunto del "Virrey" tuvo mayor protagonismo en el encuentro pero generó muy pocas situaciones claras de gol.
Los dos técnicos les pidieron a sus jugadores lo mismo. Ambos querían que presionen bien arriba en la salida del rival. Durante el primer tiempo, la pelota llegó con frecuencia a los defensores y estuvo poco en los pies de los jugadores más habilidosos de cada equipo.
Romagnoli fue lo mejor que tuvo San Lorenzo. Le apostó dinamismo a la salida y se sumó a la recuperación de la pelota en el medio campo. Estuvo activo y movedizo pero no logró influir en el ataque para llegar con peligro arco de Orion.
Boca manejó más tiempo la pelota pero no tuvo profundidad. San Lorenzo intentó ser prolijo en la salida pero sus buenas intenciones se diluyeron antes de llegar al área rival. Los dos disputaron la pelota generando roces que, más tarde, terminarían en expulsiones.
Riquelme estuvo impreciso pero aportó su visión de juego para tratar de buscar alternativas. Al conjunto de Bianchi le costó atacar por los costados, uno de sus pocos fuertes para generar jugadas de gol.
A los 24' del segundo tiempo, sucedió la jugada más clara del partido. Correa traspasó la última línea de Boca en una brillante corrida, dejó parado al Cata Díaz, pasándolo por encima e intentó esquivar a Orion en el mano a mano. El arquero le adivinó la intención, lo esperó y se quedó con un balón muy riesgoso ante la posibilidad de comer penal.
Un minuto más tarde, Romagnoli tiró por la borda todo su esfuerzo durante el encuentro. Colazo le quitó la pelota y el diez de San Lorenzo reaccionó con fastidio y le pegó una patada desde atrás. Abal no lo dudó y le mostró la roja directa.
La jugada de gol más importante de Boca llegó después de un contraataque generado por Riaño (ingresó por Martínez) y una habilitación de Riquelme para Erbes que lo dejó de cara al arco de Torrico. El "Pichi" remató sin demasiada potencia y el arquero la sacó al lateral con facilidad.
Cuando el encuentro se terminaba, Ortigoza intentó parar una subida de Insúa y lo cortó con una falta brusca. Abal le sacó la segunda amarilla y lo expulsó. De ahí en adelante, Boca buscó ganar el partido como sea. Bianchi ya había apostado por el ingreso de Acosta para generar mayor peligro pero no le dio resultado.
Boca y San Lorenzo empataron y obtuvieron un resultado que no les sirvió a ninguno de los dos. El conjunto "xeneize" relegó cualquier posibilidad de lucha que podía conservar, y el "Ciclón" perdió la posibilidad de quedar a un paso de la punta. En la Bombonera hubo más expulsados que goles.
Fuente: Infobae.