En la noche del sábado, pasadas las 20.30 hs., la Parroquia Nuestra Señora del Carmen recibió con todo su entorno al pianista Adrián Pin, que pertenece al Movimiento Comunión y Liberación, agrupación nacida en Milán hace muchos años atrás y consiste en reuniones para leer y analizar diferentes escritos religiosos, buscando su interpretación a la luz de los interrogantes que vive el hombre en la actualidad. En Coronel Suárez fue creado por el Padre Diego Kessler.
Hace poco tiempo atrás se llevó a cabo un significativo y concurrido retiro espiritual que reunió a representantes de este movimiento de todo el país y por Coronel Suárez concurrió un grupo que encabezó nuestro Párroco y allí, en Covihaue, frente al lago y con un marco natural, fue Adrián Pin, un laico consagrado de este movimiento, quien ofreció un concierto de piano que verdaderamente impactó en todos de una manera muy especial.
Escucharlo el sábado pasado en el Templo Mayor de nuestra ciudad era envolverse en cada uno de los sonidos y recordar las palabras de Benedicto XVI, cuando señalaba que “este instrumento es capaz de dar resonancia a todas las experiencia de la vida humana y trascendiéndola nos dirige a lo divino, porque sus múltiples posibilidades nos recuerdan la inmensidad y la magnificencia de Dios”.
Adrián Pin fue explicando detalles de su con cierto denominado “La Herida de la Belleza” y al referirse sobre la emoción que representa la naturaleza o una obra de arte, o una expresión artística dijo que es necesario dejar fluir una lágrima, no contener el impacto emocional, por eso uno llora ante la naturaleza, en definitiva son lágrimas que manda Dios”.
El texto del programa ofrecido destacaba que “En la música, en el panorama de la naturaleza, en el sueño nocturno, como escribe en su “Canto Nocturno”, Leopardo, es a otra cosa a lo que el hombre rinde homenaje, otra cosa de la que espera todo: lo espera. Su entusiasmo es por algo que la música, o todo lo hermoso que existe en el mundo, se ha despertado dentro de si. Cuando el hombre lo presiente, de inmediato se inclina su alma a la espera de esa otra cosa, aun delante de lo que puede entender, espera otra cosa, entiende lo que puede entender, pero espera otra cosa” reflexiones de Luiggi Giussani.
Luego fue interpretando cada uno de los temas compuestos en su mayoría por Chopin para comenzar con “Nocturno” y concluir con “Andante Spianato”, todo bajo la inspiración de este interprete que en cada obra ejecutada con el piano, dejo en los teclados y en el espíritu de los espectadores un gran mensaje solemne coincidiendo con el comienzo prácticamente de la Semana Santa.