El domingo por la mañana una masiva presencia de fieles acompañó la tradicional ceremonia de la bendición de ramos que se llevó a cabo en el Anfiteatro Municipal, donde el Párroco Diego Kessler bendijo los ramos de olivos que la feligresía en general llevó consigo, mientras los Grupos Scouts trabajaron también en la recolección de los mismos para acercarlos a la población católica que con su asistencia a esta ceremonia comienza a tener forma uno de los acontecimientos mas significativos en la vida católica.
La bendición de los olivos tiene por significado, explicó el Párroco Kessler, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Sucedió el domingo anterior a su muerte. Fue una entrada grandiosa y al mismo tiempo humilde. La ciudad estaba llena de peregrinos para celebrar la Pascua Judía. Una gran multitud rodeó a Jesús y con ramos de olivos y palmas en las manos lo acompañó en su entrada en la ciudad, entre cánticos y exclamaciones. Muchos lo seguían con fe y esperanza.
El olivo es el árbol típico de la región donde vivió Jesús. Por eso los habitantes de Jerusalén salieron al encuentro de Jesús con ramos de olivo.
El sacerdote Diego acompañado por los diáconos y monaguillos expresó que “al santificar estos ramos elevemos las aclamaciones a Cristo Rey y podamos llegar por el a la Jerusalén celestial” para inmediatamente leer el evangelio según San Mateos y expresó que nuevamente vamos a acompañar al Señor en su entrada triunfal en Jerusalén lo que significa además una entrada a la Semana Santa, donde vamos a vivir los acontecimientos fundamentales de nuestra salvación, de nuestra redención , encaminándose al mayor sacrificio por todos nosotros, dar su vida por la nuestra”.
Esta ceremonia se vive muy intensamente en la ciudad de Coronel Suárez y obviamente en nuestros Pueblos Alemanes, por lo cual con la repercusión que tuvo el Domingo de Ramos ya se avizora una masiva participación de la feligresía en general en cada una de las ceremonias que se aproximan, diariamente el Vía Crucis, el lavatorio de los pies el Jueves Santo, la última cena del Señor, la pasión y muerte del Viernes Santo, el Sábado de Gloria con la bendición del cirio pascual y el agua bautismal y el próximo Domingo de Pascua de Resurrección.
Tras la bendición de los olivos se inició la procesión por la Avenida Casey hasta la Avenida Alsina y desde allí al Templo donde se ofició la Santa Misa ante un marco popular muy importante.