El Padre Vicente Martínez era Capellán del Ejército Argentino y en esa condición viajó a las Islas Malvinas en ocasión del conflicto bélico con Inglaterra.
Fue uno de los primeros en llegar y uno de los últimos en irse, cuando había sucedido la rendición de las tropas argentinas.
Acompañó a los soldados, dio fuerzas para enfrentar cada batalla, enseñó que era mejor protegerse con el manto de la Virgen que con una bolsa de arena, la que frente a las balas enemigas poco podía hacer para cubrir.
Por eso enseñó a rezar a quienes no sabían cómo hacerlo; a otros les hizo recordar las oraciones que tal vez sus padres les habían enseñado.
Recogió heridos, dio la extremaunción a quienes se encontraban moribundos, brindó misas en el medio de las batallas cuando aviones británicos pasaban rasantes, lanzando bombas.
Consoló muchos días y muchas noches. Y comprobó con sus propios ojos que esos jóvenes casi niños que luchaban en el frente se hacían hombres a la fuerza, en actos de valentía increíbles, cuyos relatos la historiografía reciente no ha terminado de recoger aún en su totalidad.
El Padre Vicente es, desde esa guerra más que antes, un querido sacerdote, reconocido y apreciado por todos los ex Combatientes que con él tomaron contacto y escucharon su mensaje de fe.
Tiene decenas de relatos para contar de esa guerra, donde grafica los milagros que de la mano de la Virgen entonces se produjeron.
Ha recorrido muchas veces diferentes ciudades del país invitado por asociaciones de Veteranos de Guerra llevando estos relatos de fe y esperanza.
Ha venido en varias oportunidades a Coronel Suárez por esa relación que ha tejido con el Dr. Rubén Luis Brodsky y luego con los Veteranos de Malvinas de nuestra ciudad Rubén Rowhein y Héctor Sauer, con Miguel Margiotta y con Oscar Teves, con quienes volvió a las Malvinas recientemente.
En esta ocasión, como para este 2 de abril no es posible su visita (se encuentra por el sur del país, brindando diferentes charlas y participando entre otras cosas del 1er encuentro de escritores sobre Malvinas), La Nueva Radio Suárez mantuvo con él una comunicación telefónica desde Río Negro, donde se encuentra actualmente.
La ocasión fue especial no solamente por las cercanías del 2 de abril, sino porque el Padre Vicente Martínez acaba de venir de Roma, Ciudad del Vaticano, donde junto a un grupo de Veteranos de Guerra mantuvo un encuentro con el Santo Padre Francisco.
Llevaba para una audiencia que tenían concedida desde hace un mes, con el Papa Francisco, una solicitud especial de la Comisión de Familiares de los Caídos en Malvinas: que les permitan la construcción de una Iglesia en Darwin, en un terreno que debe conseguirse del gobierno británico, al lado del Cementerio donde están los soldados argentinos muertos en combate.
Se proyecta construir una Iglesia similar a la que está en Puerto Argentino, la Iglesia de Santa María, construida por los Padres Salesianos –que también estuvo a cargo de otras congregaciones- a fines del siglo XIX.
“Le dijimos al Santo Padre que queremos construir un santuario internacional con la advocación de la Virgen María, nuestra madre, como un mensaje de paz en un lugar que se está constituyendo en una provocación, no sólo para Argentina sino para todo el cono sur, porque cada vez se hace más grande y más importante la base militar instalada por Inglaterra. Le entregamos también un trozo de turba traído de las Islas Malvinas. El Papa Francisco nos dijo que está de acuerdo, toda vez que sea un lugar de paz y de fomento del diálogo. Dijo que pasaría el tema a su secretario para que haga las gestiones pertinentes ante el gobierno británico”.
Hablando a los ex Combatientes, dijo que “nos une no la guerra sino el ideal de soberanía; el deseo patriótico de recuperar esa parte del territorio que nos pertenece y que nos fue usurpado”.
Mas adelante expresó que “estamos unidos por una concordancia que nació en las trincheras, aferrados a una causa, no a un hecho bélico”.
Y en esta jornada donde se conmemora el 32º aniversario de la gesta de 1982, recomendó a los Veteranos de Guerra, al final de la entrevista, sobre todo a aquellos que en estas fechas vuelven a sentirse atravesados por el dolor de las pérdidas y por la crueldad de la guerra, que “no se queden en ese dolor, que avancen en sus vidas por la causa de la soberanía y por los nuevos desafíos”.
El Padre Vicente reiteró que “tenemos que seguir gestionando para recuperar las Islas, no solamente por lo que implican en sí mismas, sino también por la riqueza del mar que las rodea y más allá, hasta la Antártida, que es el mayor reservorio de agua dulce del mundo. Hagamos todos ese cambio, sin soltarnos de los principios que nos mantuvieron en las Islas. Con fe en el Señor y confianza en la protección de la Virgen”.