Analía Beitía fue consultada para el programa de La Nueva Radio Suárez “Creciendo Juntos” y dijo que “el servicio está integrado por Acompañantes Terapéuticos, Trabajadora Social, Psicólogos, Terapista Ocupacional, Psicopedagoga, Psiquiatra y trabajamos en conjunto con el Servicio Social”.
“La idea es armar un servicio infanto juvenil, en función de poder brindarles una atención más personalizada. Ya se viene atendiendo a niños desde siempre, ahora la idea es focalizar más un poco esto”.
En torno a las problemáticas que llevan a los niños a un consultorio psicológico, respondió que “las hay diversas: familiares, de conducta, de todo tipo; al igual que un adulto. Se trata sobre todo de niños que vienen con problemáticas asentadas en lo familiar. Muchas veces el niño termina siendo el síntoma de algunos conflictos”.
Agregó que “en oportunidades en el niño se manifiesta el síntoma de conflictos familiares. A veces el niño deja de ser niño para pasar a ser un problema. Esto es muy subjetivo y tiene que ver con cada caso. Por eso no se trabaja con el niño aislado, implica trabajar también con los padres, con los equipos escolares, desde varios aspectos en los que el niño se mueve y puede llevar ese síntoma o esa problemática a las áreas por las que se mueve. No es la atención de niños sin la atención de los padres”.
Abundando en estos conceptos, la Psicóloga Analía Beitía opinó que “muchas veces los niños son depositarios de problemáticas y no pudiéndole brindar desde los adultos que lo rodean las herramientas que necesitaría para afrontar diferentes situaciones. Muchas veces el niño deja de ser niño para pasar a ser el responsable y cargar con situaciones conflictivas que no puede sostener, y que un adulto lo desarrolla o lo enfrenta desde otro lugar”.
Por supuesto que estos síntomas se manifiestan “en todos los ámbitos en los que circula: en la escuela, en la casa, en el club, en donde sea”.
En cuanto a las conductas con las que se manifiestan, indicó que “depende de las problemáticas, pero hay niños que pueden responder mucho más agresiva o impulsivamente, mientras que otros pueden hacerlo más desde la introversión, callándose y haciéndose culpable de situaciones, sin poder expresar lo que le pasa”.
Cerrando la nota, la Psicóloga consultada recordó la importancia de “observar a los hijos y darles el lugar de niños, evitando cargarlos con situaciones de las que uno como adulto es responsable. Prestar atención a lo que sienten, lo que les pasa y consultar si creen que es necesario”.