Pertenece a una familia de músicos, cuando era apenas un niño tenía con sus amigos una banda, que hacía espectáculos callejeros en Mina Clavero.
Entonces, a los equipos de sonidos que instalaban para hacer sus presentaciones, solía utilizarlos el popular Piñón Fijo, cuando hacía sus presentaciones en la calle también.
Su especialidad es el acordeón. Su padre le enseñó a tocarlo, y a pesar de que un accidente laboral lo dejó sin su dedo índice de la mano derecha, esto no fue inconveniente para seguir ejecutando este particular instrumento.
Interpreta todo tipo de música, incluso hasta Zorba el Griego, que cada vez que la ha tocado despierta admiración y múltiples aplausos en quien lo escuchan.
Pero por supuesto, acordeón mediante, la música que naturalmente ejecuta es el chamamé, esto es lo que le pidió el jurado hace un año atrás, cuando interpretó dos temas, entre ellos un chamamé, y quedó preseleccionado en el cuarto lugar.
Este año, representando a la Provincia de Buenos Aires, se presentó nuevamente en el escenario del prestigioso espectáculo y quedó seleccionado en el segundo lugar, con las felicitaciones de quienes lo evaluaron y el aplauso interminable del público.
Germán López dice que la música, y el acordeón particularmente es terapia, relax, cable a tierra, conexión con uno mismo y con los otros que escuchan y reciben lo que se ejecuta.
Profesor de música en varias escuelas de la ciudad y de Cura Malal, cuenta que ya se está preparando para el concurso del año que viene en Baradero, para volver a mostrar lo que más le gusta y aprendió de su padre, tocar el acordeón.