Y su orientación es hacia el psicoanális.
Consultada sobre el rol del psicólogo en el tratamiento de pacientes oncológicos o que tienen enfermedades crónicas, expresó que “se podría resumir que lo importante es poder rescatar en la escucha del paciente lo que tiene que ver con el sujeto para poder sacarlo del lugar de la enfermedad, que no sea un enfermo de cáncer o alguien con una enfermedad terminal, sino que se pueda escuchar que hay del sujeto, que tiene para decir él, pescar algo de su deseo, detrás de todo esto que trae como padecimiento. Dentro de una institución hospitalaria se lo identifica por su enfermedad, por su síntoma, por su padecimiento. El psicólogo presta una escucha diferente y alivia”.
Para abundar en estos conceptos, la profesional consulta agrega que “se busca que la enfermedad no aliene el sujeto”.
Frente al cáncer, es verdad que a veces hasta los mismos profesionales de la salud buscan tecnicismos para no usar la palabra, se da vueltas y rodeos sobre el mismo significante.
En consecuencia Maria José Segonds luego expresa que “Por eso, hay que buscar la forma de anudar esa palabra, sin que la misma termine alienando al sujeto que trae esa enfermedad, para poder hacernos la pregunta por qué trae esta enfermedad? Y en cada sujeto, la respuesta es diferente”.
Al hablar de lo que pasa en un entorno familiar, de amistad, laboral de una persona que tiene cáncer, indica que “muchas veces esta enfermedad es ligazón, vinculo, entre estos familiares, y a veces, sucede todo lo contrario: imposibilita la comunicación. Frente al paciente oncológico o paliativo, se hacen presentes todos estos temores de muerte, de enfermedad y cada uno reacciona frente a eso con sus propios medios hacia la muerte, indudablemente eso va a poner a prueba un montón de herramientas al momento que nos toca vivirlo”.
Por eso, agrega la psicóloga Segonds que “es necesario hacerse el tiempo de escucha para poder ver al sujeto detrás de cada una de estas personas que traen la enfermedad, el que tiene miedo y no obstante quiere colaborar, el que se hace preguntas, el que quiere acompañar. Por eso es importante generar un espacio de contención para todos ellos, y no solidificar un significado de la palabra cáncer, enfermedad o muerte. Generar que cada uno construya su significación alrededor de eso, y no quedar coagulados en el momento en que se conoció el diagnóstico” concluye la profesional.