El día domingo fue convocada una dotación completa de los Bomberos Voluntarios de Coronel Suárez, por lo que viajaron 10 miembros del Cuartel con una autobomba y equipamiento adecuado para trabajar en el incendio que se está produciendo desde hace varios días en Sierra de la Ventana.
Por supuesto que no es posible decir por cuántas horas de trabajo cada grupo, y es previsible que cada mañana se renueven los equipos con nuevas dotaciones.
“Los incendios en las sierras no se sabe nunca cuando terminan, nosotros siempre decimos que acaban con una buena lluvia”, dijo Abel Kees, Presidente de la Comisión Directiva de la institución. Agregó que “son siempre complicados los incendios en la zona serrana. Este año tuvimos un otoño bueno para esta región, por lo que había mucho pasto, y con las altas temperaturas era previsible que esto sucediera”.
El trabajo de los Bomberos en los incendios de las sierras consiste en ir equipados con mochilas de agua, usando también el látigo como forma de ir acabando con pequeños focos. También en esta ocasión se contaba con la ayuda de un avión hidrante y probablemente un helicóptero, en este último caso para ser utilizado en el traslado de gente.
“Son pocos los incendios de Sierra donde se puede trabajar con la autobomba, eso es cuando está en la parte baja o cuando está en campo abierto” indicó Kees, quien habla también desde su experiencia como Bombero, ahora en situación de reserva.
Recomendó a toda la población tomar las precauciones adecuadas: apagar bien los fuegos cuando se ha hecho un asado, evitar prender fuego; tener mucho cuidado con la quema de rastrojos en esta época del año y evitar parar a la vera de las rutas, en las banquinas, si el pasto está alto, ya que con la temperatura que lleva el caño de escape del auto es suficiente para provocar un principio de incendio.
Consultado sobre los incendios en el Basurero Municipal y si los Bomberos de Coronel Suárez han colaborado para su extinción, explicó que “nosotros lo que decimos es que no lo podemos apagar; no es que no queramos, no se puede apagar. Uno lo que ve hoy son tres o cuatro metros de montaña de basura, en altura, pero hay que tomar en cuenta que hay otros tres o cuatro metros bajo el nivel del piso, porque eso que hoy es una montaña antes era una cava. Es tan grande, tan profundo, que con el agua que podamos nosotros verter no llegamos a la profundidad de donde está al fuego. Se hace por arriba un montón de carbón, parece que lo apagamos y por debajo sigue la combustión. La única forma para apagarlo es una lluvia muy grande, de 40, 50 mm. que precipite a lo largo y a lo ancho de todo el Basurero y eso lo ahogaría. La otra forma es con tierra, sacándole el oxígeno. Ahora, es tan grande que tampoco es fácil hacerlo con solamente unos camiones de tierra. Nosotros lo único que podemos hacer es cuidar que no se les prenda fuego una máquina, controlar un poco para que puedan entrar los camiones”.