La crónica de los principales acontecimientos se acrecienta sobre todo cuando se resume el espectáculo que se organizó para amenizar y cerrar el círculo para una organización que despliega toda su capacidad de coordinación y la incorporación cada vez de mayores atractivos al margen de una cena con el menú que identifica estas reuniones sociales.
La noche presentaba el ámbito ideal para bailar al aire libre donde desde el escenario del anfiteatro “Andrés Schwab” se anunciaba la actuación estelar de los grupos que fueron contratados para la animación del evento, una edición de la Fiesta de la Cerveza que tuvo ribetes especiales.
La gente no se hizo esperar, a los primeros compases que surgieron desde el escenario con el acompañamiento de dos grandes grupos musicales, conocidos en nuestra ciudad, como son el Grupo Astral y los Herederos del Ritmo, verdaderos embajadores de la cultura y el arte que encierra cada una de las páginas musicales de sus respectivos repertorios con las infaltables polkas, valcesitos, ritmos populares, que son inconfundibles y levantan el animo de cualquier celebración, como ocurrió el sábado por la noche extendiendo el baile hasta bien entrada la madrugada.
En esa postal sobresale el acordeón, un instrumento, que es casi como el emblema de los músicos que forman parte de la inmigración que pobló nuestras tierras y nos han dejado un legado que resulta altamente gravitante.
“Los Hermanos Papp” interpretando música instrumental, melodías que surgían desde el saxo y el acordeón que cautivaron a todos los presentes en un verdadero arte que sabe muy bien interpretar el sentimiento musical que representa a la colectividad de los Alemanes del Volga.
La admiración luego se afirma con la presentación del cuerpo de danzas alemanas de la ciudad de Bahía Blanca “Así bailan mis abuelos” donde combinan a la perfección la música con los movimientos coreográficos donde es evidente la pasión y la sangre que llevan en sus venas provenientes de una raza que hace honor a las costumbres conservadas de los antepasados, trabajo, fe en dios, encuentro de amigos, el baile al compás de la música con una sucesión artística fantástica.
Es integrante de este elenco, la joven suarense Juliana Schwab, hija de Hugo, quien deja muy bien representada a la comunidad de los Alemanes del Volga de Coronel Suárez quien se suma a la elegancia y prestancia del conjunto que baila bajo un compás que permite los pasos logrando esquemas con destrezas y hasta el famoso baile de la escoba que genera tanta curiosidad en el público que acompañó con palmas y ovaciones cada una de las interpretaciones.
Y con semejantes elencos animadores de la Fiesta de la Cerveza, nadie se queda sentado, la noche pintaba para no parar de bailar, corría la cerveza, todo en un marco de sana camaradería.
La Asociación Descendientes de los Alemanes del Volga y la Asociación Germano Argentina del Pueblo San José pretendía algo diferente, lo lograron, cerraron un año festivo bien dinámico y para ello el trabajo fue intenso y el resultado a la vista.
Los barriles a pleno de cerveza, el baile interminable, la buena comida fueron el común denominador de una movida que en esta oportunidad estallo desde el Pueblo Santa Trinidad, la querida primera colonia, que desde la Delegación Municipal a cargo de Fabián Maier y las instituciones cooperó de manera que toda resultara un gran éxito.